Algunas setas se pueden consumir crudas, tal es el caso de los champiñones y la oronja. Tanto frescas como congeladas o desecadas, sus posibilidades gastronómicas son ilimitadas. Se pueden consumir solas, salteadas con un poco de aceite o incluirlas en ensaladas, revueltos, como guarnición o como relleno de guisos de pescado y carne, en platos de pasta y de arroz, con otros vegetales, etc. .
1 2

Volver arriba ↑