Cómo saber si el salmón está malo

Cómo saber si el salmón está malo

El salmón es un pescado muy valorado en la gastronomía debido a su versatilidad, fácil consumo y exquisito sabor. ¡Definitivamente, el rey de las fiestas! En la parte nutricional, es rico en proteínas de alto valor biológico, grasas saludables, vitamina B12, potasio y selenio. Sin embargo, aunque es un excelente alimento, es bien sabido que suele deteriorarse muy rápidamente después de su captura, por lo que se le considera un producto altamente perecedero. Incluso en aquel salmón que es tratado industrialmente, pues una vez destapado el producto, empieza el rápido conteo regresivo de su frescura. Por todo lo dicho ya, es muy razonable que te hayas preguntado si el salmón que tienes en casa sigue fresco. Pues, si quieres reducir el riesgo de una intoxicación alimentaria, échale un vistazo a estos consejos que te damos a continuación.

En RecetasGratis te enseñamos cómo saber si el salmón está malo. ¡Vamos a ello!

Cómo saber si el salmón crudo está echado a perder

Aunque todos sabemos qué es el salmón y hemos escuchado sobre sus muchos beneficios para la salud, quizás conocemos un poco menos sobre cómo saber si el salmón está echado a perder. La verdad es que identificarlo es muy simple y necesario, porque así evitamos enfermarnos y pasar un mal rato o incluso algo peor. Todo es cuestión de observación, pues se trata de algo casi instintivo, ya que difícilmente alguien comerá algo que huela mal o tenga un sabor desagradable. Para que no existan dudas, a continuación te contamos bien detallado, qué delata a un salmón en mal estado:

  • Olor: un salmón fresco tiene un olor ligero, casi neutro, para nada desagradable. En cambio, cuando está en mal estado su olor es muy invasivo y molesto, incluso puede percibirse directamente podrido o muy parecido al amoníaco. ¡Deséchalo sin más!
  • Apariencia: Cuando está fresca, el color del salmón crudo es rosado o anaranjado con vetas blancas. No obstante, si la piel está opaca, amarillenta, sanguinolenta, manchada o con lesiones, es muy posible que tengas un salmón en mal estado. Ahora bien, si se trata de un pescado entero que conserva la cabeza, observa sus ojos. Un ejemplar fresco tendrá ojos saltones, brillantes y transparentes. Por el contrario, un salmón descompuesto tendrá ojos opacos y hundidos.
  • Textura: al tacto debe sentirse ligeramente húmedo, por todo el cuerpo y al mirarlo brillante. ¿Cómo se siente el salmón descompuesto? Su cuerpo está envuelto en una sustancia gelatinosa, espesa, pegajosa y de apariencia opaca, muy semejante a una baba. ¡Ni se te ocurra comprarlo o prepararlo!
  • Consistencia: el salmón en buenas condiciones tiene piel firme y elástica al tacto, pero si está blando o se desmenuza, ya no es apto para su consumo. ¿Cuál es la mejor forma de determinarlo? Presiona con un dedo su piel, ejerciendo una presión suave o ligera, lo normal es que recupere su forma de inmediato, pero si no es así o, peor aún, se rompe o deshace al tocarla, lo más seguro es que sea un salmón en mal estado. Si se trata de un ejemplar entero, sujétalo por la cabeza, así comprobarás si su cuerpo se mantiene rígido, lo cual es un signo de frescura. Por el contrario, si se derrumba, seguramente ya esté dañado.

Consejo: cuando compres salmón fresco, no des muchas vueltas o lleva contigo una cava portátil para que no se deteriore.

Cómo saber si el salmón congelado está malo

Es difícil darse cuenta si un pescado en mal estado cuando está congelado, ya que los efectos del enfriamiento no nos dejan percibir adecuadamente sus características organolépticas. Por esta razón, cuando compres salmón o estés a punto de prepararlo, lo primero que tienes que hacer es revisar la fecha de caducidad del producto, para asegurarte que aún puede consumirse. ¡Esto es lo más fiable! Aunque existe un margen de consumo seguro de 1-2 días después de vencido, si en el empaque indica que está caducado es mejor no arriesgarse y tirarlo. Ahora bien, si la fecha indicada está vigente, pero sospechas que en algún momento se rompió la cadena del frío o fue descongelado inadecuadamente, entonces, te será de gran utilidad la siguiente información. Solo después de descongelarse, podrás apreciar sus características reales. En este sentido, todo lo que hemos dicho en el apartado anterior sobre el salmón crudo y cómo detectar si está en buen estado se aplica para este caso, sin importar si el producto congelado es industrial o fue congelado de forma casera. Ahora bien, si congelaste el salmón en casa, debes tirarlo si:

  • Pasaron tres meses desde que lo congelaste (el pescado graso dura menos que el magro).
  • Se te olvidó etiquetarlo con la fecha en que lo congelaste.
  • No lo guardaste en un envase hermético.
  • Congelaste un salmón que ya había sido congelado antes.

¡Truco para una congelación casera eficiente! Debes graduar el termostato del congelador hasta la posición más fría unas cuatro horas antes de meter el salmón, pues así aceleras el proceso de enfriamiento, y, pasadas las 24 horas, regresa el termostato a unos -18 ºC.

 

Consejo: nunca descongeles ningún pescado a temperatura ambiente, pues te expones a una intoxicación alimentaria.

Cómo saber si el salmón ahumado sigue bueno

Seamos sinceros, es difícil que se te presente la situación de comer un salmón ahumado caducado, porque es un producto empaquetado y tiene indicaciones muy específicas sobre su uso. Por esta razón, antes de que te digamos cómo saber si el salmón ahumado está malo, lo primero que tienes que hacer es revisar la fecha de caducidad del producto. El otro factor determinante es la mala manipulación del producto, por ejemplo, en el trayecto de la tienda a la casa tardaste mucho o en casa almacenaste inadecuadamente el salmón ahumado, quedando en ambas situaciones expuesto por un buen rato a la luz directa del sol. Ahora bien, si sospechas que tienes un salmón ahumado en mal estado, pero no tienes la certeza, antes de descartarlo mira primero lo que tenemos que decirte sobre cómo saber si el salmón está echado a perder. Es simple, examínalo detalladamente guiándote de las referencias que te dimos anteriormente sobre el salmón fresco, si incumple al menos una, deséchalo. Por último, cuando abras el empaque, consume el salmón en un lapso no mayor a 2 días o hasta la fecha que te indique el fabricante, después de ese tiempo, aunque esté refrigerado ya no es apto su consumo.

Consejo: hay un salmón ahumado que no necesita refrigeración, pero igualmente no puede quedar expuesto a la luz solar directa o al calor.

Cómo saber si el salmón cocido esta bueno

Antes que nada, para evitar un pescado en mal estado después de cocerlo, hay un punto esencial a considerar, y ese es, asegurarte que la materia prima esté fresca. Para asegurarte de que tu producto es fresco debes prestar atención en el momento de la compra y antes de cocinarlo, observando el producto con los criterios que te hemos estado dando. Una vez que cuentes con un salmón de calidad, es decir, fresco y en perfecto estado, debes cocinarlo de forma adecuada. Con un cocinado correcto prevendrás la proliferación de microorganismos dañinos y un deterioro más acelerado del producto. En ese sentido, te serán útiles los siguientes tips que te servirán para distinguir, si el pescado quedó cocido, crudo o está descompuesto:

  • Olor: si frente a ti está servido un salmón cocido que huele ligero y apetitoso, es un buen signo y puedes comerlo con confianza, eso sí, después que te cerciores que está cocido. No obstante, si su olor es muy fuerte, agrio o parecido al amoníaco, ya ni te molestes en revisarlo, está descompuesto. ¡Deséchalo de inmediato!
  • Apariencia: A diferencia del salmón crudo que cuando se ve opaco es signo de descomposición, en el salmón cocido significa que está bien hecho. Ahora bien, para asegurarte de cómo quedó el pescado, debes hacerle un corte en su punto más grueso y revisarle el color de su interior. Si se ve brillante o traslúcido significa que sigue crudo, cocínalo por más tiempo.
  • Consistencia: Si el salmón crudo se desmenuza es signo de un pescado en mal estado, en cambio, si el salmón cocido se desmenuza significa que ha quedado bien hecho. Ahora bien, para quienes tienen la duda sobre cómo saber si el salmón está hecho en cuanto a consistencia, basta con rasparlo con un tenedor dándole suavemente. ¿Lo encuentras firme o gomoso? Si lo encuentras firme o gomoso debes cocinarlo un poco más.
  • Temperatura: si dispones de un termómetro para carne (los digitales son más precisos), colócalo en la parte más gruesa del salmón, y espera un minuto para que obtengas una lectura precisa. Si la temperatura oscila en 63 °C ¡el pescado está listo!
  • Sabor: ¿Pasó el salmón todas las pruebas anteriores? Entonces, llévate a la boca una pizca. Si notas un gusto extraño, especialmente fuerte, picante o amargo, desecha el resto del plato, pues esas características son un claro signo de descomposición.

Por último, es interesante que aclaremos también el mito sobre si la piel del salmón se come, pues muchas personas tienen esa duda. ¡Buenas noticias!, cuando alguien se come la piel del salmón no supone ningún peligro para su salud, como suele creerse. Al contrario, en el mundo culinario esa parte del salmón es muy apreciada, pues le da un toque crujiente a su carne y permite que no se desmigaje después de la cocción. ¡Así que si se te antoja consúmela, pues es cuestión de gusto!

Consejo: el salmón cocido se mantiene en buen estado, un máximo de 3 días en refrigeración, menos de 2 horas a temperatura ambiente.

Qué pasa si comes el salmón caducado

A todos se nos ha pasado por la mente, qué pasa si como salmón en mal estado, pese a todas las medidas preventivas. Pues la respuesta es simple, hay un alto riesgo a que sufras una intoxicación alimentaria, que puede ser leve o grave. Por esta razón, aquellas personas que pertenezcan a un grupo de riesgo deberían evitar el consumo de salmón crudo, pues son más vulnerables a sufrir una intoxicación. Los síntomas del salmón en mal estado pueden aparecer dentro de las 48 horas siguientes a su consumo, y son los siguientes:

  • Intoxicación leve con síntomas digestivos: presenta dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea. Otros síntomas menos comunes son enrojecimiento, palidez, fiebre, mareos o sudoración. En estos casos, hay un altísimo riesgo a sufrir de deshidratación aguda.
  • Intoxicación grave con síntomas cardiovasculares y neurológicos: en la parte cardiovascular tenemos bradicardia, descenso de la tensión arterial, extrasístoles ventriculares. En tanto, en los síntomas neurológicos, se ven entumecimiento, parestesia de las extremidades o de la boca, sabor metálico, trastorno de sensibilidad al calor, picor, parálisis y confusión. En este tipo de intoxicaciones, el riesgo de muerte es sumamente bajo, siempre que se trate de países con un buen sistema sanitario y personas que no tengan un sistema inmunitario comprometido. No obstante, si se trata de salmón fresco contaminado con anisakidosis, el riesgo se eleva potencialmente.

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Bibliografía

Intoxicación alimentaria. (2021, julio 29). Mayoclinic.org. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/food-poisoning/symptoms-causes/syc-20356230