Diferencia entre salmorejo y salmorejo cordobés

Diferencia entre salmorejo y salmorejo cordobés

Entre las recetas más refrescantes y representativas de la gastronomía andaluza, el salmorejo ocupa un lugar especial. Este plato frío, profundamente arraigado en la tradición culinaria del sur de España, se elabora con ingredientes sencillos y frescos de la huerta, como tomate, pan, ajo y aceite de oliva. Si alguna vez te has preguntado qué es el salmorejo, debes saber que no solo es una crema espesa y sabrosa: es sinónimo de identidad, técnica y territorio. A lo largo de Andalucía han surgido diversas variantes regionales, como el salmorejo sevillano o el malagueño, que aportan matices propios a la receta original. Sin embargo, es en Córdoba donde esta preparación alcanza su máxima expresión, dando origen al célebre salmorejo cordobés.

A continuación, en RecetasGratis, te explicamos las diferencias entre el salmorejo tradicional y el salmorejo cordobés, y te compartimos la receta clásica por excelencia: el auténtico salmorejo cordobés.

Origen y tradición

Para conocer las primeras diferencias entre el salmorejo y el salmorejo cordobés es importante descubrir su historia. ¿De dónde es el salmorejo? El origen del salmorejo se encuentra profundamente arraigado a Andalucía en toda su extensión, aunque si hablamos del salmorejo clásico, el que ha traspasado fronteras, debemos trasladarnos a Córdoba, pues el salmorejo cordobés es la versión más conocida de este plato. El salmorejo de Córdoba tiene siglos de tradición. En su inicio se trataba de una sencilla mezcla a base de majado de pan, ajo y aceite, aunque hoy ha evolucionado hasta convertirse en la crema fría, refrescante y cargada de ingredientes frescos y naturales que conocemos hoy.

La ciudad de Córdoba ha convertido al salmorejo cordobés en todo un símbolo gastronómico de la región. Por lo que si alguien busca cómo preparar salmorejo auténtico, lo que estará buscando en realidad es cómo hacer salmorejo cordobés, pues es la versión más tradicional de la receta. El resto de variantes se las conoce tan solo como salmorejo y podemos observar, también, algunas diferencias en cuanto a ingredientes, textura y presentación.

Ingredientes

Una de las principales diferencias entre el salmorejo común y el salmorejo cordobés la encontramos en los ingredientes de su receta, algo importante para los que se preguntan cómo hacer el salmorejo perfecto. La receta original del salmorejo cordobés se basa en cinco ingredientes básicos: tomates muy maduros, pan blanco del día anterior, aceite de oliva virgen extra, ajo y sal. Por lo que si te preguntas si el salmorejo lleva vinagre, la respuesta es que el salmorejo clásico, el de Córdoba, no lo lleva, ahora bien, en otras versiones pueden llevarlo, como el gazpacho andaluz.

Ahora bien, sigamos con las diferencias en los ingredientes. El salmorejo, en general, como el salmorejo malagueño o el salmorejo sevillano, además de incluir vinagre en su elaboración, también suelen incluir otros ingredientes como el pimiento, el agua o el huevo crudo, algo que modifica la receta original. Estas variaciones pueden generar confusión entre los que se preguntan qué lleva el salmorejo realmente, por ello es fundamental conocer los ingredientes del salmorejo cordobés auténticos si queremos respetar la tradición y preparar la verdadera receta fácil del salmorejo cordobés.

Textura y consistencia

Además de los ingredientes, también encontramos diferencias en la textura y la consistencia del plato. La textura del salmorejo clásico cordobés lo diferencia del resto, puesto que su consistencia es espesa y cremosa, parecido a una emulsión, algo que se consigue gracias al pan y al aceite de oliva virgen extra de calidad. Así, el salmorejo cordobés se traduce en una crema densa que se come con cuchara, no bebida.

En cambio, existen otras versiones, como la malagueña o la sevillana, donde el salmorejo cuenta con una textura más líquida, algo que depende de los ingredientes usados y cómo se han triturado, pues en ocasiones se les suele agregar, por ejemplo, agua. Así encontraremos que el salmorejo cordobés siempre se corresponde por ser un plato de cuchara, mientras que el salmorejo en sus demás versiones puede ser bebido.

Presentación y acompañamientos

Por último, tenemos que destacar que la presentación y los acompañamientos también pueden variar entre el salmorejo y el salmorejo cordobés. En el salmorejo de Córdoba el plato se sirve siempre frío, en un cuenco o plato hondo, con huevo duro picado y jamón serrano en virutas o taquitos. Este toque tan característico del salmorejo cordobés no solo añade más sabor al plato, sino que también equilibra su valor nutricional, convirtiéndolo en una propuesta completa, saludable y deliciosa.

Otras versiones de salmorejo pueden variar sus acompañamientos, incluyendo el pan frito, los pimientos o el atún. Así que si quieres aprender cómo se hace el salmorejo tradicional, la receta cordobesa es la que debes anotar. Te la contamos a continuación.

Receta del salmorejo cordobés para 4 personas

¿Cómo hacer un salmorejo clásico y auténtico? A continuación te lo detallamos todo en una receta fácil de salmorejo al más puro estilo cordobés, el clásico, para que puedas disfrutar de esta refrescante y sabrosa crema fría. Esta es la receta original del salmorejo cordobés, una propuesta básica, sin añadidos, sin complicaciones y con el auténtico sabor y tradición de este símbolo de la gastronomía andaluza.

Ingredientes

  • 1kg de tomates maduros
  • 200g de pan blanco del día anterior, preferiblemente sin corteza.
  • 1 diente de ajo
  • 100ml de aceite de oliva virgen extra
  • Sal al gusto
  • 2 huevos duros picados
  • 100g de jamón serrano en virutas o taquitos

Cómo preparar salmorejo paso a paso

  1. Lava y trocea los tomates maduros.
  2. A continuación, tritúralos hasta obtener un puré fino. En caso de querer una textura más suave y sin grumos puedes colarlo para retirar semillas y pieles.
  3. Agrega al puré de tomate el pan troceado y deja que repose entre 5 y 10 minutos, hasta que esté bien empapado.
  4. Ahora, añade el diente de ajo y una pizca de sal al gusto.
  5. Bate todos los ingredientes en la batidora mientras vas incorporando el aceite de oliva virgen extra poco a poco, de forma que la mezcla vaya emulsionando.
  6. Una vez listo, deja que el salmorejo repose como mínimo una hora en el frigorífico antes de servir.
  7. Sirve en un plato hondo o cuenco y agrega en su superficie el huevo duro picado y las virutas de jamón. ¡Buen provecho!

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