Las almendras garrapiñadas son uno de los productos más populares en España. Esta tradicional elaboración consta de almendras crudas recubiertas con un sencillo caramelo preparado a base de agua y azúcar. No pierdas la oportunidad de cocinarlas en casa y disfrutar de la agradable explosión de sabor y textura que ofrecen. Una vez que empieces a elaborar tus propias almendras garrapiñadas, ¡no querrás dejar de comerlas!
Para realizar esta receta correctamente es importante que utilicemos el mismo vaso, bol o taza para medir las cantidades de todos los ingredientes. Yo utilicé un bol y calculé la cantidad de almendras con el fruto sin cáscara.
Cogemos una cazuela de acero inoxidable y colocamos dentro las almendras crudas con piel, el azúcar y el agua. La ponemos a fuego medio, removiendo, y dejamos cocinar hasta que el agua se evapore.
Para que las almendras garrapiñadas queden en su punto, es importante no dejar de remover la preparación. Veremos como, poco a poco, va pasando de un tono blanco a un color cada vez más caramelo.
Cuando observemos que las almendras han adquirido un tono tostado, las retiraremos del fuego y volcaremos sobre una superficie preferiblemente de mármol, limpia y untada con aceite. Luego, con la ayuda de un tenedor, las iremos separando.
Dejamos que las almendras garrapiñadas se enfríen para reservarlas en tarros de cristal y conservarlas durante más tiempo. Como ves, se trata de una receta muy fácil, deliciosa y rápida. Pásate por mi blog La Cocina de Juani y descubre más recetas sencillas como esta.
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