Los bizcochitos de soletilla son unas galletas muy delicadas y livianas. Esta consistencia se logra gracias a una proporción adecuada de harina, azúcar, huevos y aire. Los bizcochitos están bastante difundidos en el mundo, ya que son la base de diversas tortas frías, aunque también se pueden disfrutar acompañados de chocolate, café o leche.
A pesar de que la preparación es sencilla, descuidar los detalles puede impedir que obtengas unas galletas perfectas. Pero no te preocupes, en RecetasGratis te explicamos todo lo que debes hacer para triunfar con esta receta. Sigue leyendo y descubre con nosotros cómo hacer bizcochos de soletilla blandos y deliciosos.
Para comenzar a hacer tus bizcochos de soletilla, lo principal es tener todos los ingredientes pesados y organizados en tu mesa. Parece una indicación obvia, pero es que esta masa debe trabajarse y hornearse enseguida para que no pierda consistencia. Este es uno de los secretos para unas soletillas perfectas.
Forra tu molde o bandeja con papel encerado. Para que las soletillas tengan el mismo tamaño (unos 10 cm de largo) puedes doblar el papel para que las líneas de los dobleces te sirvan de guía. También cortar tiras largas puede ser útil.
Enciende el horno a unos 180-190 °C. Añade una parte del azúcar a las yemas y bate a velocidad máxima.
La consistencia deseada es una mezcla espesa, llena de aire y con cuerpo. Esto te puede tomar unos 5 minutos, pero depende de tu batidora.
Agrega el resto del azúcar a las claras y el punto de sal. Bate enérgicamente hasta montarlas a punto de nieve, es decir, hasta conseguir un merengue de picos duros. En este vídeo te mostramos cómo hacerlo.
Incorpora la vainilla y mezcla por última vez, así tus bizcochos de soletilla tendrán un ligero aroma a este ingrediente.
Una vez que tienes las dos mezclas montadas, adiciona el almidón a las claras. Utiliza un tamiz o colador para soltar bien las partículas de maicena. Aparta la batidora y mezcla con una espátula de forma envolvente y con delicadeza, pero asegúrate de mezclar completamente.
Vierte las yemas sobre las claras y mezcla de nuevo, siempre con movimientos muy suaves. La idea es mantener todo el aire que se pueda dentro de la mezcla, ya que solo así se consiguen unos bizcochitos de soletilla con la textura perfecta.
Incorpora la harina de la misma forma que la fécula, previamente tamizada. Termina de mezclar muy bien hasta que quede una masa completamente homogénea.
Prepara una manga pastelera con una boquilla redonda. Si no tienes, puedes improvisar una manga cogiendo una bolsa de plástico y haciendo un corte en la esquina de 2 a 2,5 cm. Coloca la manga en un vaso para que sea más fácil de llenar e introduce la masa.
Forma los bizcochitos de soletilla haciendo churros alargados sobre la bandeja forrada. Deja una distancia de aproximadamente 1,5 a 2 cm entre un bizcochito y otro. Espolvorea azúcar glas sobre cada soletilla y repite esta operación. Por último, espolvorea un poco de azúcar normal.
Hornea los bizcochos de soletilla hasta que doren completamente, lo que puede tomar entre 10 y 15 minutos. Deja que se enfríen un momento para que se endurezcan y retíralos con suma delicadeza del papel para evitar que se rompan.
¡Listos! Ya puedes disfrutar de esta fantástica receta de bizcochitos de soletilla. Recuerda que puedes comerlos durante la merienda o el desayuno con un vaso de leche, chocolate a la taza o un zumo natural. Así mismo, son ideales para hacer tartas, como la carlota de mango o de limón.
Si te ha gustado la receta de Bizcochitos de soletilla, te sugerimos que entres en nuestra categoría de Recetas de Bizcochos.
Además de degustar tus bizcochitos de soletilla caseros solos o de usarlos para elaborar una tarta carlota, puedes hacer muchas otras recetas con ellos. Por ejemplo, son perfectos los bizcochitos de soletilla para tiramisú, cake pops u otros postres. Te recomendamos estas recetas:
- Postre de piña con bizcochos de soletilla
- Tiramisú de chocolate
- Pastel de frambuesa y queso