Receta de Casa de jengibre

Receta de Casa de jengibre

Las casas de galletas de jengibre tienen su origen en Alemania. En el siglo XV eran muy populares las figuritas de galletas con pan de jengibre. Cada vez los panaderos hacían formas más elaboradas y tenían unos moldes apropiados para darle bellas formas a sus figuras. Emigrantes alemanes diseminaron por el resto de Europa estas figuritas. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando se dio un paso más y se empezaron a elaborar las casas de jengibre, todas ellas hechas por importantes artesanos alemanes. Se dice que estas casitas estaban inspiradas en el famoso cuento de Hansel y Gretel. Las casitas se elaboraban durante las semanas anteriores al Día de Navidad, actividad que rápidamente se convirtió en unas de tradiciones más populares de esta festividad. De Europa pasó a América, donde es muy popular celebrar concursos de elaboración de casas de jengibre.

En RecetasGratis te proponemos hacer tu propia casita de jengibre. Para ello, hemos preparado un paso a paso muy detallado para que te salga bien incluso aunque no tengas mucha experiencia. La única recomendación es que sigas los pasos al pie de la letra y dejes secar bien cada parte antes de empezar a pegar la siguiente. Con esto, ya tienes las claves para saber cómo hacer una casa de jengibre para Navidad.

1 comensal 24h Merienda Dificultad media
Características adicionales: Coste barato, Recetas para Navidad, Recetas al horno, Receta tradicional de Alemania
Ingredientes:
  • Para el glaseado:
  • Para decorar:
Cómo hacer Casa de jengibre:
1

Pon la mantequilla reblandecida en un bol amplio junto con la panela y la miel. Bate bien.

Truco: Puedes hacerlo con un robot de cocina, unas varillas eléctricas o una batidora eléctrica de mano.

2

Añade el huevo y mezcla. Es muy importante integrar bien cada ingrediente antes de añadir el siguiente para que la masa de la casa de jengibre quede perfecta.

3

Tamiza la harina con la levadura y la mezcla de especias directamente sobre la masa. Una vez tamizado, vierte también los restos de especias que queden en el tamizador.

Truco: Para las especias de pan de especias hemos utilizado canela molida, jengibre molido, clavo molido, nuez moscada molida y pimienta negra molida.

4

Forma con las manos una masa homogénea y maleable. Haz una bola, cúbrela con papel film y deja que repose en la nevera 1 hora.

5

Mientras se enfría la masa, dibuja en papel de horno las piezas para la casita de jengibre. Estas son las medidas que hemos utilizado para la de la foto, pero puedes hacerla más grande siguiendo las proporciones. Recorta las piezas.

6

Una vez fría, enharina ligeramente una superficie de trabajo y extiende la masa. Recorta las piezas de masa con ayuda de la plantilla. Para cortar bien los bordes puedes utilizar una rueda lisa para cortar pizzas, te será cómodo cortar las piezas con ella.

7

Haz también unos rectángulos no muy grandes para la ventana y la puerta. De esta forma, tu casa de galletas de jengibre será mucho más real.

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Precalienta el horno a 180 ºC. Forra una bandeja con papel de horno y pon las piezas de la casita en ella. Te recomendamos que con la masa que sobra hagas alguna pieza extra por si se rompe alguna durante el montaje. Hornea con calor arriba y abajo durante 8 minutos o hasta que estén ligeramente doradas.

9

Deja enfriar del todo las piezas de la casa de jengibre sobre una rejilla.

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Mientras se enfrían las piezas, prepara un glaseado bastante espeso. Para ello, en un bol tamiza el azúcar glass, añade unas gotas de zumo de limón y muy poquita cantidad de clara de huevo, mezcla hasta obtener una glasa espesa que no gotee. Si la glasa se va secando conforme la vayas utilizando, puedes añadir un poquito más de clara, pero dejándola siempre espesa.

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Para empezar a montar la casita de jengibre, coge uno de los frontales de la casa junto con los laterales, úntalos bien de glasa y pégalos, sujetándolos con las manos y haciendo una pequeña presión. Sé generoso con la glasa en el interior de la casa, pues no se verá una vez terminada. Cuando veas que se sujetan por sí solas, las metes en la nevera para que compacten bien. Durante todo este proceso es muy importante que seque bien cada parte para que no se rompa la casa.

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Pega la otra cara frontal de la casita con la glasa y repite el mismo proceso de dejar secar bien y meter en la nevera.

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Ahora toca poner el tejado. Pega un ala con una buena capa de glaseado y sujétala con las manos para que se peque bien. Después, mete la casita de jengibre en la nevera..

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Pon algún tope justo debajo del tejado para que no se despegue por el peso cuando metas la casita en la nevera. En este caso, hemos utilizado un tapón de corcho.

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Pega el otro ala del tejado de la casa. Tumba la casa por el lado que ya está seco y déjala que termine de secarse en la nevera.

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Por último, pega la puerta y la ventana con más glasa y deja que se seque colocando la casita boca arriba.

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Asegúrate de que esté bien seca la casita de jengibre para empezar a decorar. En este momento, puede que la glasa se haya secado un poco, así que puedes revitalizarla con un poquito de clara. Recuerda que la glasa tiene que estar muy espesa y sin gotear. Mete la glasa en una manga pastelera con una boquilla redonda muy fina y dibuja el tejado. Para que te quede mejor, haz una prueba antes en un papel. Dibuja tres ondas y en la siguiente tanda dibuja dos.

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Vuelve con una tanda de tres ondas y dos hasta completar siete tandas, como se observa en la imagen.

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Dibuja también el contorno de la ventana y la puerta. Dale unos pequeños toques de glasa por las juntas del techo y por donde veas que es necesario para rematar bien los detalles de la casa. Pon una gotita de glasa en la puerta y coloca una perla de azúcar blanca para simular el pomo.

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Pega algunas perlas de azúcar blanca por el tejado, por los bordes de las paredes y encima de la ventana. Espolvorea azúcar glass tamizada y un poco de purpurina comestible por todas partes. Ya tienes lista tu casa de jengibre.

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Aunque la receta de la casita de jengibre casera es larga y requiere cierta maña, ya has podido comprobar que no es tan difícil como parece. Como decimos, el truco está en dejar secar bien cada parte antes de pegar la siguiente. Esta casa es ideal para decorar la mesa y, por supuesto, para comer durante la hora del té. Un té de canela es, sin duda, una de las mejores opciones.

Espero que te haya gustado esta bonita casa de jengibre y te invito a que visites mi blog, Cakes para ti, donde encontrarás más recetas.

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