Un día antes colocar el conejo en un recipiente con agua fría con sal y dejarlo en el refrigerador.
Al día siguiente lavar el conejo, secarlo bien y cortarlo en 6 trozos.
Se ponen en una olla seca, tapada al fuego para que se quite el exceso del líquido.
Una vez que este blanco y seco se saca y se procede a prepararlo.
Freír las cebollas y las zanahorias, colocar encima las presas de conejo y sazonar con sal, pimienta, comino, orégano y laurel.
Cocinar a fuego bajo durante 30 minutos, añadir el vino y continuar la cocción durante otros 30 minutos, hasta que el conejo este blando.
Servir acompañado de lo que se desee, tal como arroz graneado, puré, patatas cocidas.
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