La granola suele llevarse bien con las etiquetas saludables o fit, pero muchas versiones comerciales esconden más azúcar de lo que parece. Esta receta propone una mezcla crujiente y naturalmente dulce, sin edulcorantes ni artificios: solo miel, cuya cantidad puedes regular. Además, con ingredientes que modulan su absorción, se evitan los picos de glucosa que tanto se buscan prevenir.
En RecetasGratis queremos enseñarte cómo hacer granola casera sin azúcar. ¡A la cocina!
Empieza picando los frutos secos sobre una tabla. Puedes usar nueces pecanas, almendras o nueces de cajú, asegurándote de que estén previamente tostadas para realzar su sabor y textura crujiente.
Coloca avena en hojuelas en un bowl como base y vierte las semillas de calabaza y, si te gustan las pasas, puedes incorporar rubias o negras, o bien reemplazarlas por otras frutas deshidratadas como arándanos, kiwi o fresas liofilizadas. Eso sí, añádelas una vez que la granola esté lista, ya que al hornearlas podrían perder su color y quemarse debido a su alto contenido natural de azúcar.
Agrega coco rallado: si prefieres que se integre sin destacar, usa el más fino; si te gusta que se note en sabor y textura, opta por coco rallado grueso o en láminas.
Añade los frutos secos picados.
Incorpora la miel y mezcla bien hasta que todos los ingredientes queden cubiertos de forma uniforme.
Distribuye la granola sobre una bandeja cubierta con papel manteca para evitar que se pegue, y hornea a 165 °C durante unos 10 minutos o hasta que se vea dorada.
Remueve cada tanto, ya que los bordes suelen dorarse más rápido que el centro.
Una vez fuera del horno, deja enfriar completamente antes de guardarla en un envase hermético. Así se mantendrá crujiente y protegida de la humedad. ¡A comer! Cuéntanos en los comentarios tu opinión y comparte una fotografía del resultado final.
Si te ha gustado la receta de Granola casera sin azúcar, te sugerimos que entres en nuestra categoría de Recetas de avena.
Para eliminar suciedad superficial y reducir el riesgo de contaminación por aflatoxinas durante el almacenamiento, lo más recomendable es lavar, remojar y tostar los frutos secos antes de consumirlos. Asimismo, sigue estos pasos:
- Enjuágalos con agua filtrada para retirar polvo o residuos del empaque.
- Déjalos en remojo completamente cubiertos con agua, añadiendo 3 cucharadas de vinagre y 1 cucharadita de bicarbonato de sodio. Manténlos allí de 15 a 30 minutos. Esta mezcla ayuda a disminuir la carga microbiana superficial y a remover impurezas, aunque no puede eliminar toxinas internas si el fruto ya está contaminado. Por ello, es fundamental verificar el origen y las condiciones de almacenamiento al momento de comprarlos.
- Finalmente, enjuágalos bien con agua limpia, sécalos completamente y tuéstalos a 160 °C hasta que queden crujientes y dorados. De esta forma, obtendrás frutos secos más seguros y con mejor sabor y textura.
Valor nutricional
(por comensal)
- Calorías: 232 kcal
- Proteínas: 5,2 g
- Grasas: 12 g
- Carbohidratos: 27 g
- Fibra: 3,6 g