Hoy toca otro de mis platos preferidos. Hacia bastante tiempo que no lo preparaba y como no lo tenia colgado en el Blog, me decidí a cocinarlo y aquí os lo traigo. Es una receta muy sencilla y el resultado es un plato riquísimo. Os recomiendo que uséis un vino rico, al final el sabor no es el mismo si se usa un vino medianamente decente a uno de los muy baratos. Se puede usar cualquier parte del pollo pero siempre sin piel. Yo siempre elijo los contramuslos que para este plato le va muy bien.
En la olla, donde prepararemos la receta, doramos el pollo (previamente lo salaremos al gusto) ligeramente por ambas caras y reservamos. Sacaremos el aceite que nos sobre ya que solo necesitamos un poco para pochar la cebolla.
Picamos en trozos pequeños la cebolla y la echamos a la olla a pochar. Cuando tengamos la cebolla pochadita le añadimos los dientes de ajo machacados, el jamón y los champiñones y lo revolvemos todo bien dejándolo que se cocine un par de minutos.
Pasados los 2 minutos, añadimos el pollo y el vino, lo llevamos a ebullición e inmediatamente lo bajamos a fuego bajo. Dejamos cocinar sobre 1 hora aproximadamente hasta que se vea la carne tierna. Durante esa hora de cocción la olla deberá estar tapada.
Cuando la carne esté lista, mezclaremos en un vaso la fécula y las 3 cucharadas de vino y lo echaremos poco a poco en la olla removiendo bien para que se mezcle con la salsa. La mezcla de fécula y vino no debe quedar ni muy espesa ni muy caldosa. Dejamos cocer durante 3 - 4 minutos más y el plato estará listo.
Truco: Para disfrutar más de este plato es recomendable prepararlo un día antes de cuando se vaya a consumir ya que la carne tendrá mucho más sabor de la sal
Puedes acompañar este delicioso plato de pollo al vino con un sencillo arroz blanco o cualquier otra guarnición de tu elección. Si te ha gustado esta receta con pollo, te animamos a que visites el Blog de Omi.
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