Esta receta de pan de salvado de avena que te traemos no solo se destaca por su sabor sino también por su excelente valor nutritivo. Contiene ingredientes integrales, los cuales lo convierten en un pan mucho más sano que los realizados con harinas refinadas.
En RecetasGratis te acompañamos en el paso a paso para preparar este delicioso pan. Podrás darle múltiples usos, pues no solo combina deliciosamente con mantecas o mermeladas para el desayuno, sino que también sirve para preparar unos entrepanes increíbles o para utilizar como base de una bruschetta italiana. ¿Ya se te hizo agua la boca? Continúa leyendo y descubre cómo hacer pan de salvado de avena.
Activa la levadura en un bol pequeño. Para hacerlo, agrega la levadura seca, una cucharada de harina y una cucharada de azúcar. Déjala en un lugar tibio hasta que espume y doble su volumen.
Truco: Puedes usar también levadura fresca. Ten en cuenta que 5,5 g de levadura seca equivalen a 14 g de levadura fresca.
En un bol más grande, agrega la harina y el salvado de avena. Añade el agua y comienza a mezclar hasta que no haya partes secas.
Truco: Para facilitar el amasado, mezcla el agua y la harina y déjala tapada entre 35 minutos y una hora. Este proceso se denomina autolisis y te dará una miga más esponjosa.
Una vez pasada la autolisis, agrega la levadura hidratada y la sal a la masa. Comienza el amasado por unos 8 o 10 minutos, hasta que la masa tenga cierta tensión y esté uniforme.
Mantenla tapada en el bol para dejarla leudar hasta que doble su volumen. Una vez que doble su volumen, desgasifica la masa volviéndola amasar y déjala descansar por unos 20 minutos más.
Divide la masa en dos y forma los panes. Espolvorea harina en un recipiente para horno y coloca los panes en él. Ponlos a puntear (último leudado) hasta que hayan doblado su volumen. En este paso, también puedes hacer el último leudado en frío durante la noche. Esto provocará una mayor fermentación que le brindará más sabor a tu resultado final. Al otro día, saca los panes y llévalos directo al horno precalentado.
Precalienta el horno al máximo, rocía un poco de agua en el interior para humedecer el horno. También puedes poner una placa con un poco de agua en el horno para el mismo fin. Una vez que los panes hayan doblado su volumen, puedes hacerles unos tajos en la superficie e introducirlos al horno. Sabrás que tu pan de salvado de avena está listo cuando esté dorado en la superficie, tras unos 30-35 minutos (dependiendo del horno). Saca del horno y deja enfriar.
Truco: Si te gusta que tengan una buena corteza, deja los panes descansar en el horno apagado durante 10 minutos.
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El salvado de avena tiene grandes propiedades y beneficios para la salud, pues posee una alta cantidad de vitaminas y minerales, mucha fibra y proteínas dietéticas. Reemplazar los panes refinados con pan de salvado de avena nos ayudará a controlar el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares.
Asimismo, el salvado de avena mejora el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. Además, produce mucha saciedad y evita la absorción de azúcares, por lo que es una opción perfecta para ayudar a bajar de peso y reducir el índice glucémico.
El pan de salvado de avena contiene un aproximado de 240 calorías por cada 100 g. Además, cuenta con minerales como el sodio, el potasio y el fósforo, así como con vitaminas del grupo B y vitamina E.
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