Muchas personas me piden la receta de la pasta choux perfecta (o masa choux) para elaborar unos profiteroles que no se desinflen cuando salgan del horno, que el relleno no deforme al profiterol, que sirvan tanto para rellenos dulces como para salados y que su forma sea bonita.
Así que aquí, junto a RecetasGratis, os traigo una receta infalible para hacer la pasta de las lionesas/bombas/eclairs o más comúnmente conocidos como profiteroles. Ahora ya no tenéis escusa para elaborar los profiteroles perfectos, muy ricos, que nada tienen que ver con los comprados, y que seguro que cuando los hagáis nunca más los volveréis a comprar. ¡Aquí, todas las claves!
Poner en un cazo la leche, el agua, la pizca de sal, el azúcar y la mantequilla cortada en trocitos. Llevar al fuego hasta la ebullición para empezar a elaborar nuestra pasta choux para profiteroles.
Truco: La pasta choux no lleva levadura.
Retirar la preparación del fuego y añadir de golpe la harina. Remover con una cuchara de madera y volver a poner al fuego. Para mí es importante tamizar la harina previamente y tenerla preparada para el momento de añadirla de golpe.
Truco: Al tamizar, nos garantizamos que no nos queden restos de grumos y la masa choux no quede muy líquida sino bien lisa y espesa.
Dar vueltas a la masa con la cuchara de madera y veremos como enseguida se nos despega de las paredes. Es el momento de apagar el fuego y retirarla.
Batir un huevo y añadir a la pasta de las lionesas. Incorporar bien. Ir añadiendo el resto de huevos uno a uno y de la misma manera, hasta conseguir una masa lisa y brillante. Ya tenemos nuestra masa para profiteroles perfectos.
Precalentar el horno a 190 ºC. Poner la masa de profiteroles en una manga pastelera con una boquilla en forma de estrella. Forrar una bandeja con papel de horno. Con la manga pastelera recta, depositar pequeños montoncitos separados entre sí, pues en el horno suelen crecer un poco. Hornear la pasta de las lionesas con calor arriba y abajo a 190 ºC durante 20 minutos o hasta que estén doradas.
Truco: Es muy importante no abrir la puerta del horno mientras se hornean, aunque sí la podremos abrir poco antes de que estén horneados para comprobar el grado de dorado de estos profiteroles perfectos.
Una vez horneados, retirar de la bandeja y dejar enfriar en una rejilla para que suelten la humedad también del fondo y se sequen de manera uniforme. Y ya tenemos listos nuestros profiteroles para rellenar de lo que se quiera o comerlos simplemente así, mojados en chocolate o con nuestro café con leche.
Puedes conservar la pasta choux cocida o cruda. Los profiteroles cocidos puedes guardarlos en un recipiente hermético como máximo 2 semanas. También puedes congelar la pasta choux cruda o cocida durante unos 4 meses.
Si te ha gustado mi receta de la pasta choux perfecta, te invito a que visites mi blog Cakes para ti.
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