Las alcachofas conviene hacerlas con antelación, sobre todo si vas a elaborarlas como nosotros, como explicamos en el post Alcachofas cocidas, así las podrás pelar sin quemarte.
No recomendamos los corazones de alcachofa en conserva, pues el sabor será no es igual, además de resultar más ácidos.
Cuando tengas las alcachofas cocidas, pela los tallos, retiras las hojas externas y cortas las puntas duras.
Las hojas retiradas son ideales para tomar con una salsa, mojando como haríamos con unos nachos y el guacamole y degustándolas como las alcachofas al horno.
Corta las alcachofas en dos y reserva.
Pon una sartén al fuego con aceite de oliva y confita la cebolla morada, previamente pelada y cortada en pluma fina, a fuego lento y con una pizca de sal.
Haz el bacon en otra sartén hasta que esté bien dorado, entonces envuelve con cada loncha media alcachofa y resérvalas en la sartén con el fuego apagado.
A su lado pon las rebanadas de pan para que se tuesten y absorban la grasa que ha desprendido el bacon.
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