El queque de vainilla es uno de los más sencillos de preparar y demandados por los amantes de la bollería. Para elaborarlo necesitarás reunir los ingredientes que te exponemos a continuación, un molde apto para horno y la decoración que más te guste si deseas adornarlo. En esta ocasión, queremos enseñarte la receta tradicional para que realices un bizcocho fácil y delicioso. Asimismo, al tratarse de una receta tan sencilla puedes elaborarla con los niños y pasar un rato agradable con ellos.
Sigue leyendo en RecetasGratis y descubre cómo hacer un queque de vainilla tradicional.
- Tamizador
- Molde queque
Lo primero que vamos a hacer para empezar a elaborar nuestro queque de vainilla tradicional es batir la mantequilla derretida con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa. Precalienta el horno a 200 ºC.
Una vez integrados los ingredientes anteriores, agrega los huevos uno a uno y alternándolos con la harina previamente tamizada. Puedes tamizar la harina junto con los polvos de hornear o incluirlos en este paso.
Para seguir con nuestra receta de queque de vainilla tradicional deberás añadir la leche y la esencia de vainilla una vez estén bien mezclados los ingredientes anteriores. La cantidad estipulada de esencia de vainilla es orientativa, puesto que según tus gustos puedes incorporar un poco más.
Deberás mezclar hasta obtener una masa homogénea y sin grumos. Cuando la tengas, unta un poco de mantequilla o harina en un molde apto para horno y vierte la masa de queque de vainilla en él. Deberás hornear el queque durante 40 minutos aproximadamente.
Es importante que vigiles el horno puesto que en función de la potencia que tenga tardará más o menos en hacerse. Si tu horno es muy potente es posible que en 25 minutos tengas el queque listo, mientras que si no lo es tanto puede llegar a tardar hasta 1 hora. Para saber si está listo realiza la prueba del palillo.
Cuando el palillo salga limpio apaga el horno, deja que el bizcocho se enfríe y ¡listo! Ya tendrás tu queque de vainilla tradicional preparado para servir. Si lo deseas, puedes espolvorear un poco de azúcar por encima o decorarlo con las siguientes coberturas:
- Ganaché de chocolate
- Frosting de chocolate blanco
- Frosting de fresa
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