Una receta ideal para los desayunos y meriendas pero con menos grasa de lo habitual en este tipo de repostería. Aprende cómo hacer unas rosquillas de naranja al horno en vez de fritas, más saludables pero igual de deliciosas, con el toque cítrico que les va genial. ¡Os van a gustar y mucho!
Preparamos todos los ingredientes sobre la encimara para comenzar.
En una sartén, con unas 5 cucharadas soperas de aceite, ponemos la cascara de limón hasta que se empiece a dorar para que coja el gusto. Lo dejamos enfriar.
En un bol, ponemos el huevo y lo batimos. Vamos echando la canela, el azúcar, el aceite refrito, bicarbonato y 5 cucharadas de zumo de naranja. Batirlo todo muy bien.
Añadimos la harina y la trabajamos bien. Yo en mi caso la puse integral para hacer las rosquillas ligeras, pero podéis usar perfectamente la normal.
La dejaremos reposar al menos una hora tapada y en un lugar fresco.
Precalentamos el horno a 200º y mientras, vamos cogiendo porciones y hacemos la forma de las rosquillas. Con un pincel las pintaremos de huevos y por último cogeremos un poco de agua y la mezclaremos con azúcar; ésta mezcla será repartida por encima de las rosquillas.
Las meteremos en el horno a 200º C. hasta que empiecen a dorar.
Aquí está el resultado. Dejar enfriar las rosquillas de naranja al horno ligeramente y espolvorear un poco con azúcar glass y ¡buen provecho! Y si eres fanático de las rosquillas también puedes aprender cómo hacerlas de anís o las deliciosas rosquillas de limón.
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