El origen de las rosquillas de Santa Clara data del siglo XV y deben su nombre de las monjas que las elaboraron, exactamente las monjas franciscanas, conocidas comúnmente como las clarisas. Típicas de San Isidro en las fiestas madrileñas, la historia de las rosquillas de Santa Clara es que fueron creadas para recaudar dinero para las obras de caridad de dichas monjitas. Se caracterizan por llevar un glaseado en la parte superior y su ligero sabor a anís. Normalmente, se elaboran con aceite de oliva en vez de con mantequilla, pero la receta que he elaborado y os muestro, la he seguido de una revista de cocina de mayo de 1934 que compré en una feria del libro antiguo, la famosa revista llamada Menage.
Asimismo, en RecetasGratis te enseñamos cómo hacer rosquillas de San Isidro con la esencia antigua tal cual.
- Para el glaseado:
Poner en un bol las yemas, el huevo entero y el azúcar. Batir hasta que la preparación quede blanquecina.
Incorporar la mantequilla derretida en el microondas y el anís. Mezclar.
Añadir la levadura junto con la harina e ir añadiendo poco a poco a la mezcla anterior, mientras vamos integrando para que quede una masa fina y sin grumos.
Amasar un poco la masa de las rosquillas de Santa Clara enharinando una superficie de trabajo. Formar cordones de masa de un dedo de grosor y cortar en tiras de 15 cm de largo.
Formar rosquillas e ir depositando en una bandeja forrada con papel de horno/vegetal. Colocarlas separadas entre sí y dejar reposar durante 40 minutos.
Hornear las rosquillas de San Isidro en el horno calor arriba y abajo precalentado a 180 ºC durante 12 minutos más o menos hasta que estén un pelín doradas. Dejar que se enfríen en una rejilla.
Hacer la glasa: tamizar el azúcar glas, añadir unas gotas de zumo de limón y un poco de clara de huevo. Mezclar bien. Si el glaseado casero está demasiado duro, añadir un poco más de clara hasta que tengamos la consistencia deseada.
Bañar las rosquillas solo por una cara en el glaseado y volver a poner en la bandeja del horno. Hornear 5 minutos, lo justo para que se seque el glaseado pero que no se doren. A 50 ºC sobraría, además, aprovecharemos que el horno aún está caliente del horneado de las rosquillas.
Una vez frías, retirar el exceso de glasa que se haya quedado por los lados o por el centro de las rosquillas de Santa Clara glaseadas.
Si queréis conocer más de mis recetas te invito a mi blog Cakes para ti.
Truco: se conservan muy bien dentro de una lata hermética durante varios días.
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