Hay recetas que parecen reservadas para un restaurante de renombre o un chef con estrellas Michelín. Las hay, claro que sí. Pero este salmón a la miel está al alcance de los cocineros más patosos. Es tan fácil de preparar que es increíble que el resultado sea tan exquisito. Aprende cómo prepararlo con estos instructivos pasos de RecetasGratis.net.
Veamos los ingredientes de este pescado a la miel. La mandarina combina muy bien con la miel y le aportará un sabor especial a este plato, aunque si lo prefieres puedes sustituirla por un limón: en ambos casos solo utilizaremos el zumo. Si es posible, elige una miel biológica y aromatizada. Las pasas son una propuesta añadida, ¡ya verás que quedan de maravilla!
En una sartén calentamos un poco de aceite y freímos el salmón, previamente salado, primero a fuego suave, para que se haga bien por dentro. Cuando ya haya cogido un poco de color subiremos el fuego para dorar la parte externa. Aunque depende del grosor del filete, calcula unos 10 minutos.
Mientras freímos el filete de salmón, preparamos el aderezo de zumo de mandarina y miel. En un bol mezclamos dos cucharadas soperas de miel y el zumo de una mandarina. Removemos hasta conseguir una salsita líquida.
Cuando el salmón ya esté ligeramente dorado por fuera, añadiremos a la sartén la salsa de miel y mandarina, continuando con el fuego alto. Lo dejaremos solo unos minutos, de tal forma que el salmón acabe de dorarse con la miel y que esta se caramelice ligeramente.
Añadimos las pasas y le damos un último golpe de calor para servir enseguida el salmón con mandarina y miel.
La miel caramelizada, las notas de sabor fresco y cítrico de la mandarina y las pasas tostaditas..., este salmón está concebido para las cenas más suculentas. Acompaña el salmón a la miel con un buen vino blanco seco y, como entrante, prepara estos blinis de salmón. De postre, te aconsejo un exquisito flan de mató. ¡Buen provecho!
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