
Los scones son unos deliciosos panecillos de mantequilla muy conocidos en el Reino Unido. Los ingleses suelen comerlos a la hora del té, acompañándolos con mermelada o solos. Entre todos los tipos de pan, los scones son unos de los más sencillos de hacer, así que si tienes ganas de probar algo diferente sigue esta receta fácil y pasa una tarde al mejor estilo inglés con unos scones de queso y una taza de té.
Tamizar los ingredientes secos todos juntos, la harina, el polvo de hornear y la sal.
Agregar el queso rallado y la mantequilla fría, desmenuzándola con las manos o un tenedor.
Incorporar el huevo y la leche amasando ligeramente para unir la masa.
Estirar la masa en una superficie enharinada y hacer tiras de 2 centímetros de espesor más o menos y cortar piezas pequeñas que serán los scones.
Colocar los scones de queso sobre una placa de hornear previamente engrasada con mantequilla y pintar los panes con yema de huevo batida.
Cocer en el horno precalentado a 200º durante 12 minutos aproximadamente o hasta que se doren. Disfruta de los scones de queso recién hechos con mantequilla, una mermelada casera o solos.

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