Como en todo país, la geografía suele ser protagonista a la hora de despertar antojos en cada mesa. Además, si queremos ir más allá de la geografía, el clima también juega un papel importante al sugerir ciertas preparaciones que terminan complementando perfectamente cada hogar con su entorno. Hablando más concretamente, si nos situamos en las zonas de la sierra peruana, cercanas a las montañas, ¿qué plato podría ser más preciso que una sopa bien caliente para combatir las bajas temperaturas? Así es, la patasca es una de esas sopas contundentes y llenas de vigor que resulta ser un gran remedio para el frío de estas zonas.
Por ello, en RecetasGratis te enseñamos cómo hacer sopa de patasca. ¡Manos a la obra!
Empieza picando en cubos pequeños la pata de res y el mondongo. Ten separado el ajo molido y el ají panca molido. Además, ten la cebolla roja picadita para el aderezo. De preferencia, remoja previamente el maíz mote en agua aproximadamente 2 o 3 horas. Esto hará que el grano cocine más rápido.
Pon en una olla a cocinar la pata de res, el mondongo y el maíz mote previamente remojado junto con una ramita de hierbabuena. Agrega también una pizca de sal.
Por otro lado, calienta el chorro de aceite y agrega la cebolla roja, cocina por 2 minutos. Luego añade el ajo molido y el ají panca molido y sofríe por unos 5 minutos más. Si este aderezo se seca, puedes agregar un poco del caldo de cocción de las carnes.
Cuando esté listo el aderezo, añade a la olla donde están cocinando las carnes con el maíz mote y cocina hasta que este último haya reventado y esté suave. Adiciona más sal, pimienta y orégano al gusto para terminar.
Para servir esta delicia de sopa o caldo de patasca, pica la otra rama de hierbabuena chiquita y añade encima de la sopa. Para acompañar puedes elegir limón, rodajas de rocoto o ají limo, y la infaltable canchita serrana. ¡A comer! Cuéntanos en los comentarios tu opinión y comparte con nosotros una fotografía del resultado final.
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Como hemos contado, la patasca es ideal para calentarnos en días fríos. Pero su alta demanda no solo se debe a esto, sino que además, es una preparación que lleva muchísimo valor nutritivo, pues especialmente gracias al mote, este plato es fuente importante de carbohidratos, lo que lo hace una de las primeras opciones de mucha gente que madruga para trabajar. Se sirve como el desayuno perfecto, por ejemplo, para iniciar una faena en obras de construcción de la zona interior del Perú. Es parte de la tradición en las familias de esta región.
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