La centolla es un crustáceo decápodo cuyo caparazón de color rojizo marrón es triangular por delante y casi redondo por la zona de atrás. Para degustarla la centolla una vez cocida, se abre el cuerpo y se eliminan las madejas grises que no son comestibles. Las patas se van comiendo de una en una, cascándolas con unas tenazas especiales de marisco y con paciencia de buen degustador de marisco se va extrayendo la carne. Se raspa todo el interior del caparazón, llamado "cacho", y junto con el jugo que contiene se prepara una especie de papilla que se consume directamente con ayuda de una cuchara.

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