Receta de Quesillo casero sin leche condensada
Aprender a hacer quesillo sin leche condensada puede resultar útil en situaciones en las que no se cuenta con este ingrediente indispensable en la receta tradicional. Además, esta alternativa más saludable te permite tener control sobre la cantidad de azúcar que consumes, al no depender de la leche condensada. En la práctica es posible reemplazarla con leche convencional o por leches vegetales, ampliando las opciones para personas con intolerancias o preferencias alimentarias específicas.
Pensando en todo lo anterior, en RecetasGratis te enseñamos cómo hacer quesillo sin leche condensada. ¡Una receta fácil de 10!
Ingredientes para hacer Quesillo casero sin leche condensada:
Cómo hacer Quesillo casero sin leche condensada:
En una olla o directo en la quesillera, funde el azúcar a fuego medio hasta obtener un caramelo dorado. Si usaste una olla, pasa el caramelo a un molde y mueve rápidamente el molde para que el caramelo se distribuya uniformemente por las paredes y el fondo. En cambio, si trabajaste directo en una quesillera, deja el caramelo allí y repáratelo equitativamente como ya te explicamos antes.
Truco: no te preocupes si se quiebra el caramelo después que se enfrié, es normal debido al choque de temperaturas.
En una batidora combina la leche condensada, los huevos, la leche líquida, la leche en polvo, la esencia de vainilla y el ron hasta conseguir una mezcla homogénea. Si quieres reemplazar la leche convencional por una vegetal, inclínate por aquellas que sean cremosas, por ejemplo leche de coco, almendra, anacardo y avena.
En el molde para quesillo previamente acaramelado, vierte la mezcla. Hornea a baño María por aproximadamente una hora o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.
Truco: si cuelas la mezcla antes de verterla en la quesillera, eliminarás cualquier grumo que pueda haber quedado.
Deja enfriar completamente antes de desmoldar y servir. Primero a temperatura ambiente 30 minutos una vez esté listo, y después, en la nevera, durante un par de horas o toda la noche antes de servir.
Truco: si refrigeras el quesillo toda la noche, su sabor y textura se verán favorecidos.
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Cómo preparar el baño María
El baño María es ideal para preparar recetas delicadas que requieren calor suave y uniforme, como el quesillo, ya que evita que se quemen o se cocinen demasiado rápido. Para preparar un baño María, sigue estos pasos:
- Llena una olla grande con agua y colócala sobre la estufa a fuego medio-alto. Si prefieres usar el horno, prepara un refractario con agua caliente.
- Aparte, busca un recipiente resistente al calor, como un molde o quesillera, para colocarlo sobre la olla o el refractario.
- Una vez elegido el recipiente, vacía la mezcla en la quesillera o molde elegido, y ciérralo herméticamente con una tapa o papel de aluminio.
- Asegúrate de que el fondo del recipiente no toque el fondo de la olla o refractario. Separa ambos colocando unos cortadores de galleta delgados, un paño o algo por el estilo.
- Ajusta la temperatura del agua si puedes, así la mantendrás en un nivel constante durante todo el proceso de cocción.
- Vigila la cocción para que repongas el agua a medida que se evapore. Repite ese proceso hasta que finalice el tiempo de cocción estipulado por la receta.