Cómo hacer zamburiñas a la plancha

Para llevar a cabo esta receta se puede recurrir tanto a las zamburiñas frescas como a las congeladas, aunque siempre será más recomendable la primera opción. Es probable que en ciertos lugares del país nos resulte demasiado complicado encontrar marisco fresco, por lo que la opción del congelado nunca debería de descartarse. De ser así procura descongelarlas la noche antes del cocinado reservándolas en el frigorífico.

Hay que limpiar a conciencia cada una de estas piezas, procurando que no quede nada de arena. De lo contrario nos exponemos a que el plato pueda estropearse. Los expertos aconsejan dejarlas durante un par de horas en remojo con agua fría y sal, para ir cambiando cada cierto tiempo esa agua. Será la manera de que vayan expulsando la arena que acumulen dentro.

El siguiente paso nos llevará a extraer las zamburiñas de la concha. Para ello se requiere de un cuchillo bien afilado y de mucha paciencia, ya que se trata de conseguir de retirar toda la carne y que el interior quede lo más limpio que se pueda. A continuación lavaremos las conchas y las limpiaremos a fondo, ya que se emplearán en la presentación. El ingrediente que no puede faltar en esta receta es el ajo. Los pelaremos y picaremos los más finos que se puedan para que se integren lo mejor posible con las zamburiñas. Esos ajos fileteados los colocaremos en un cuenco, con aceite, perejil y sal. Al tratarse de un producto de la mar ya suele contar con un cierto toque salado de por sí, por lo que tan solo habrá que potenciar ese punto un poco más.

El último paso consistirá en cocinarlo. Tan solo habrá que calentar la plancha y añadir unas gotas de aceite para que no se pegue. Antes de incorporar al fuego las zamburiñas las mojaremos en el aliño de ajo y aceite, para a continuación pasarlas por la plancha un minuto. Después de retirarlas las pondremos sobre la concha y le incorporaremos un poco de ese aderezo que sobró junto con sal. El resultado será espectacular.

Este molusco bivalvo de concha ovalada es originario de las rías de Gallega. Destaca sobre todo por su carne fina y tierna, siendo además muy bajo en calorías. Si se preparan a la plancha, sin ninguna salsa o ingrediente, apenas contará con 20 calorías, por lo que puede encajar en todo tipo de dietas. Es probable que no sean tan nutritivas como las almejas o los berberechos, pero suponen todo un manjar gastronómico. La mejor época para su consumo es de septiembre a diciembre, aunque hoy en día se pueden comer en cualquier momento del año. Nos ofrece, además, una gran variedad de alternativas a la hora de prepararlas. Pueden hacerse a la plancha, pero también al horno, con sofritos o en guisos.

Su aporte en proteínas, junto con la ausencia de grasas e hidratos de carbono, le convierte en un alimento perfecto para los deportistas. Sobre todo porque contribuyen al correcto desarrollo y la pronta recuperación de la musculatura. Las zamburiñas también destacan por su alto contenido en calcio y fósforo, lo que contribuye al correcto mantenimiento de unos huesos y dientes más sanos, además de combatir la anemia por su aporte en hierro.

Esta salsa verde, con ajo, aceite y perejil, se presenta como la solución más interesante para hacer las zamburiñas a la plancha. Pero también tienes otras alternativas como pueden ser una salsa rosa, agridulce o incluso una mayonesa casera.

Al tratarse de un aperitivo, capaz de encajar tanto a la hora de la comida como de la cena, puedes integrarlo sin problemas como acompañamiento con otros platos como los mejillones al vapor, unas almejas a la marinera o unas croquetas de champiñones.

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