Receta de Albóndigas con vino blanco
Esta elaboración de albóndigas con vino blanco es la combinación perfecta de sabores reconfortantes y sofisticados, ideal para aquellos que buscan experimentar con nuevos aromas en la cocina. Las jugosas albóndigas se sumergen en una irresistible salsa de vino blanco que eleva el plato a un nivel gourmet sin complicar demasiado la preparación.
Asimismo, en RecetasGratis te enseñamos cómo hacer albóndigas con vino blanco. ¡A cocinar!
Ingredientes para hacer Albóndigas con vino blanco:
- Para las albóndigas
- Para la salsa:
Cómo hacer Albóndigas con vino blanco:
En primer lugar vamos a preparar las albóndigas. Asimismo, pela los dientes de ajo y pícalos. También lava y seca una ramita de perejil y pícala finamente.
En un bol añade la carne picada, los dientes de ajo, el perejil picado, los huevos ligeramente batidos, un poco de sal y la mitad del pan rallado. Ve removiendo y añadiendo más pan poco a poco hasta formar una masa de albóndigas homogénea y manipulable con las manos, que no quede ni muy seca ni muy pegajosa.
Truco: tal vez necesites más pan rallado.
Forma una bola compacta con la masa de albóndigas y cubre con papel film. Reserva en la nevera unos 30 minutos.
Mientras tanto, puedes empezar con la salsa de cebolla. Pela las cebollas y los dientes de ajo, pícalos. Pon en una olla amplia o sartén las cuatro cucharadas de aceite de oliva y, cuando esté caliente, sofríe la cebolla y los dientes de ajo picados.
Cuando la cebolla empiece a dorarse, añade la cuchara de harina y remueve para que se tueste un poco.
Incorpora el vino, remueve y cocina durante 1 minuto.
Por último, incorpora el caldo poco a poco mientras remueves. Añade la pimienta negra recién molida y la hoja de laurel. Deja cocer unos 5 minutos removiendo de vez en cuando.
Retira la hoja de laurel y pasa la salsa al vaso de la batidora, tritura. Reserva mientras terminas de hacer las albóndigas.
Retira la masa de albóndigas de la nevera y adquiere pequeñas pociones, forma bolitas (de unos 25 gr cada una).
Pasa cada bolita de albóndiga por harina.
Truco: también las puedes dejar tal cual sin pasarlas por harina, es para aportar un poco más de consistencia.
Añade el aceite de oliva en una sartén amplia y calienta. Cuando esté caliente, fríe en él las albóndigas.
Truco: no añadas muchas a la vez y no las frías demasiado, después habrá que tenerlas aún cociendo en la salsa.
Ve retirando las albóndigas una vez fritas y depositándolas en un plato con papel absorbente para que suelten el exceso de aceite.
Vuelve a poner la salsa de cebolla ya triturada en el fuego y, cuando esté caliente, añade las albóndigas y la hoja de laurel que previamente habíamos retirado. Cocina 10 minutos más a fuego suave. Remueve un poco las albóndigas para que se impregnen bien de la salsa de cebollas.
Sirve las albóndigas con cebolla y vino blanco. Puedes añadir un poco de perejil fresco por encima justo antes de servir. ¡A comer! Cuéntanos en los comentarios tu opinión y comparte con nosotros una fotografía del resultado final.
Espero que te haya gustado la receta y te invito a que visites mi blog Cakes para ti.
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