Las dobladitas son un tipo de pan típico chileno que no lleva levadura y es muy fácil de hacer. Tienen una singular forma triangular, son crujientes y exquisitos, perfectos para comerlos con un rico pebre chileno. Es bastante común en las reuniones familiares y, sobre todo, cuando se preparan empanadas y sobra masa, pero se ha acabado el relleno.
Si te gusta probar las distintas maneras de preparar pan y si te gustan los bocadillos crujientes, estás en el lugar indicado, sigue leyendo para saber más acerca de cómo hacer dobladitas chilenas, una receta típica que te encantará.
Derrite la manteca y la mantequilla, júntalas con la harina, sal y agua en un recipiente y amasa por unos 10 minutos hasta que la masa para dobladitas quede suave y uniforme.
Divide la masa en bolitas de 100 gramos aproximadamente. Déjalas reposar 15 minutos cubiertas con un paño.
Con un rodillo extiende cada una de las bolitas, dándoles la forma más circular que puedas.
Truco: También puedes estirar toda la masa y cortar con un molde circular de unos 10 a 15 centímetros.
Dobla la masa a la mitad. Puedes mojar un poco los bordes de la masa para que se pegue bien.
Dobla nuevamente por la mitad para hacer la forma de la dobladita y presiona el borde con tus dedos para que no se abran en el horno. Puedes pinchar unas veces la superficie de las dobladitas caseras con un tenedor para darle textura.
Bate el huevo en un recipiente y pinta las dobladitas chilenas con ayuda de una brocha de cocina.
Truco: Este paso es totalmente opcional.
Finalmente, hornea las dobladitas a 200 °C por 15 a 20 minutos. Revisa de vez en cuando para asegurarte de que se doren bien.
Si te ha gustado la receta de Dobladitas, te sugerimos que entres en nuestra categoría de Recetas de Pan. También puedes visitar una selección de las mejores recetas chilenas.
El nombre "dobladitas" viene de los círculos de masa de empanada que sobraba cuando se hacían empanadas de pino. Generalmente, no sobraba pino (relleno), pero siempre sobraban masas y, para no desperdiciarlas, las doblaban una vez y luego otra, creando un pan plano triangular que horneaban en el mismo horno de las empanadas y acompañaban con cualquier relleno o untable.
Como no tenían levadura ni la composición exacta de un pan, se cocinaban de forma plana haciendo que la masa quedase crujiente. Luego, se fue modificando la receta agregando el batido de huevo para darle color y brillo a la superficie hasta quedar a lo que hoy se conoce como dobladitas chilenas.
Ahora se acompañan con pebre u otras salsas untables, así como también se preparan dobladitas con queso o jamón, metiendo el relleno justo antes de comenzar a doblarlas.
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