Receta de Torta helada

Para preparar una torta helada fácil, debes empezar por preparar un bizcocho clásico de vainilla. Este bizcocho es sumamente fácil de hacer. Comienza colocando los huevos con el azúcar en el bowl de la batidora y aromatiza la mezcla con unas gotas de esencia de vainilla.

Bate a máxima velocidad durante unos 10 minutos aproximadamente o, hasta que la mezcla llegue a punto cinta. Punto de cinta es que haya triplicado su volumen, se forme un trazo que permanece por un par de segundos al levantar la masa y dejarla caer, y haya cambiado a un color más amarillo pálido.

Cierne la harina encima y mezcla con movimientos envolventes utilizando una espátula de goma y girándola de arriba hacia abajo suavemente con movimientos rotatorios al bowl.

Cuando veas una mezcla homogénea y libre de grumos, vacíala en un molde de 18 cm, que debe estar previamente engrasado y con papel manteca en la base para evitar que se pegue.

Hornea a 175 °C durante 40 minutos aproximadamente o, hasta que al introducir un palillo, este salga completamente limpio. Cuando esté listo, déjalo enfriar, no te preocupes si se desinfla la pancita. Luego, pasa un cuchillo por el borde para proceder a desmoldar y, con un cuchillo de sierra, córtalo por la mitad para obtener 2 discos.

Aparte, prepara un almíbar. Vierte el azúcar en el agua y deja que hierva. Asegúrate de que el azúcar esté perfectamente disuelta y retira del fuego. Deja enfriar el almíbar hasta que esté tibio.

Empapa cada uno de los discos de bizcocho con el almíbar, usando una brocha para que el proceso sea más parejo.

Para la gelatina, coloca la gelatina de sabor a fresa en un bowl y vierte las cuatro tazas de agua caliente, siguiendo las indicaciones del fabricante. Remueve hasta que esté completamente disuelta y deja entibiar.

Cuando la mezcla esté tibia, vierte la mitad en un molde que debe tener previamente una capa de aceite para facilitar el desmolde. Luego, refrigera.

Para la carlota de fresa, hidrata la gelatina neutra en polvo con el agua fría. Remueve un poco y deja hidratar por lo menos 10 minutos.

Bate con la ayuda de la batidora la leche evaporada congelada. Después de un par de minutos, notarás que ha duplicado su volumen.

Derrite la gelatina hidratada en la gelatina de fresa, que aún debe estar caliente. Luego, deja entibiar.

Vierte poco a poco la mezcla de gelatina de fresa (que debe estar tibia o fría) en la leche batida.

Continúa batiendo hasta que se vuelva una crema similar a un mousse y vierte 1/3 de esta mezcla en el molde con la gelatina.

Da unos pequeños golpes para que la carlota se distribuya de forma pareja y acomoda un disco de bizcocho en el medio, ejerciendo un poco de presión para que se incruste en la carlota.

Encima vierte la segunda parte de la carlota, da otros golpes para que se asiente de forma uniforme y, luego, coloca el segundo disco de bizcocho. Cubre los bordes del bizcocho para la torta helada con lo que resta de la carlota, da otros golpes para que salga todo el aire y se compacte, y refrigera durante toda la noche, de preferencia.

Al día siguiente, desmolda dándole vuelta sobre un plato. ¡Sirve y disfruta! Cuéntanos en los comentarios tu opinión y comparte con nosotros una fotografía del resultado final.

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Consejos para desmoldar

Si te apuraste, vertiste la gelatina caliente sobre el molde engrasado y no puedes desmoldar tu torta helada, sigue estos pasos:

1. Colócala por unos segundos sobre una hornilla encendida.
2. Cuando notes que el molde está a temperatura ambiente, retíralo inmediatamente y dale vueltas sobre un plato. Notarás que un poco de la gelatina se ha derretido y cae en forma de líquido a la bandeja.
3. Después de darle un par de golpes al molde, la torta helada caerá, manteniendo su forma prolija.