Receta de Tortilla de alcachofas congeladas
La tortilla de alcachofas congeladas es una elaboración perfecta para cualquier momento. Asimismo, disponer de alcachofas congeladas siempre va bien, ya que en cualquier momento puedes preparar un plato rápido como esta tortilla que se hace en poco tiempo y, además, resulta exquisita. Además, vienen limpias, no tienes que limpiarlas y quitar hojas y se cuecen en 10 minutos. Además, debes saber que es ligera, conserva sus propiedades, vitaminas y minerales, ideal para las dietas de adelgazamiento. Y, si te gusta con más sabor, puedes añadir unos trocitos de jamón, chorizo o queso y quedará genial.
En RecetasGratis te enseñamos cómo hacer tortilla de alcachofas congeladas. ¡A cocinar!
Ingredientes para hacer Tortilla de alcachofas congeladas:
Cómo hacer Tortilla de alcachofas congeladas:
Para empezar con la receta de tortilla de alcachofas congeladas, primero coloca un cazo con abundante agua a hervir. Cuando el agua esté bien caliente, añade las alcachofas congeladas y deja unos 10 minutos o hasta que estén tiernas. A continuación, retira las alcachofas y deja que se escurran bien.
Corta las alcachofas en cuartos o en trozos más pequeños.
Truco: si utilizas corazones de alcachofas pequeños, puedes dejar los trozos enteros.
Coloca la sartén que vayas a utilizar para hacer la tortilla con un poco de aceite a fuego medio. A continuación, pela y pica un ajo, añade en la sartén.
Añade los trozos de alcachofas y dora un poco con el diente de ajo. Debes tener cuidado que no se queme el ajo, este amargaría. A continuación, cuando las alcachofas adquieran un poco de color, retíralas.
Coloca los dos huevos en un plato con un poco de sal y pimienta, bate bien y añade las alcachofas salteadas con el ajo. Remueve para mezclar.
Coloca la sartén al fuego con un poco de aceite a fuego medio e incorpora la mezcla de la tortilla, deja cuajar.
Cuando observes que la tortilla de alcachofas congeladas está cuajada por los lados, voltea y deja que se termine de cocinar al gusto, con un puntito jugosa o un poco más hecha.
Cuando tengas la tortilla lista, retira y sirve. Debes saber que calentita está muy buena, pero fría también. No debes dejar mucho en la sartén porque las alcachofas se oxidan, aunque las congeladas aguantan más tiempo.
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