Receta de Rosquillas napolitanas o Graffe
Estas rosquillas parecidas a los dónuts son típicas de carnavales en la ciudad de Nápoles, aunque, en realidad, se pueden encontrar todo el año en toda Italia. Más parecido de sabor a un buñuelo tradicional, en realidad su masa está hecha con patata cocida, por lo que, realmente, está entre el dónut y el buñuelo, pero su sabor es distinto.Como mejor está es recién hecho, puesto que con el tiempo se va apelmazando un poco y pierde ternura, pero siguen estando muy buenos. Lo ideal es que si no vamos a consumirlos todos en el momento, congelarlos. Así, los podemos tener siempre como recién hechos.
Esta receta de rosquillas napolitanas merece la pena hacerla casera, así que aquí, en Recetasgratis, podéis encontrar esta peculiar receta.
Ingredientes para hacer Rosquillas napolitanas o Graffe:
Cómo hacer Rosquillas napolitanas o Graffe:
Lavamos las patatas y cocemos en abundante agua hasta que estén tiernas, alrededor de 30 minutos.
Truco: Es mejor no pelar las patatas para cocerlas, cogen menos agua y se quedan más harinosas.
Refrigeramos las patatas con agua fría una vez cocidas y las pelamos con cuidado de no quemarnos. Con ayuda de un tenedor o un prensador, chafamos las patatas para convertirlas en puré.
Calentamos la leche dejándola tibia y deshacemos la levadura de panadería en ella.
En un bol amplio, incorporamos la harina, la sal, el puré de patata ya tibio, la leche con la levadura, los huevos, el azúcar avainillado, el azúcar y la mantequilla cortada en trocitos. Amasamos con las manos o con una amasadora con el gancho de amasar. Si vemos que la masa es excesivamente pegajosa, añadimos más harina. La masa de las rosquillas napolitanas tiene que quedar un poco pegajosa en las manos. Si la hacemos con la amasadora, la mayoría de la masa tiene que despegarse de las paredes de la máquina.
Formamos una bola con la masa, cubrimos con un paño y dejamos levar la masa durante 1 hora, o hasta que haya doblado su volumen.
Pasado este tiempo, enharinamos una superficie de trabajo. Depositamos la masa en ella, estiramos y doblamos dos veces, añadiendo más harina si fuera necesario.
Formamos bolitas de masa de unos 50 g cada una. Aplanamos cada bolita y hacemos un agujero en el centro para darle forma de rosca. Depositamos en una bandeja forrada con papel de horno, separada cada pieza una de la otra para que no se peguen. Cubrimos con un paño y volvemos a dejar reposar 1 hora en un lugar cálido sin corrientes de aire.
Ponemos abundante aceite de girasol a calentar en una sartén amplia y, una vez caliente, freímos cada graffe separada una de la otra; mejor no ponemos muchas a la vez para que se cocinen mejor. Doramos ligeramente por una cara, les damos la vuelta y doramos por la otra. Suelen estar pronto.
Sacamos del fuego las rosquillas italianas y las vamos depositando en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Espolvoreamos con azúcar glass y servimos enseguida.
Recién hechas las rosquillas napolitanas están riquísimas, y ya sabéis, si veis que no las vais a consumir en el mismo día, lo mejor es congelarlas una vez que se hayan enfriado.
Si os ha gustado la receta, os recomiendo mi blog, Cakes para ti, donde encontraréis más recetas.
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