Cómo conservar el pan
Un alimento que casi nunca falta en la mesa, sin duda alguna, es el pan. Su versatilidad nos permite disfrutarlo como acompañante de comidas, como entrada, postre o como aperitivo en forma de bocatas, sándwiches, hamburguesas, perritos calientes, etc. Por esta razón, algunas veces, quizá compramos pan de más; acumulamos piezas de pan y se ponen duras con el tiempo. ¿Cuál es la solución? La respuesta es muy simple y se resume en tres palabras: conservación, recuperación y aprovechamiento.
En RecetasGratis tenemos para ti los trucos infalibles para conservar el pan, evitar que se ponga duro, saber dónde guardarlo, aprender cómo congelarlo y evitar los errores más comunes al conservarlo. ¡Toma nota y descubre cómo conservar el pan casero.
Cómo evitar que el pan se ponga duro
Una vez horneado el pan, pasados algunos días, comienza a envejecer. Esto sucede porque las moléculas del almidón pierden humedad y se degradan. Aunque, el proceso de deterioro del pan es irreversible y natural (aunque esté empaquetado al vacío, sin exposición al aire), también es verdad que ciertas condiciones aceleran su degradación y otras la retardan. Por este motivo, seguro te resultarán muy interesante y útiles los siguientes tips para guardar el pan:
- Conservar el pan fuera del frigorífico. Conservar el pan en la nevera hace que sufra un proceso químico llamado retrogradación del almidón, en consecuencia, adquiere una textura gomosa o blanda, pierde sabor y frescura. En el caso especifico del pan de molde, resiste un poco en la nevera, sin embargo, su sabor y textura también cambian porque pierden frescura.
- Guardar el pan una bolsa de tela o panera. Ambas formas representan maneras clásicas de conservar el pan (así como bolsas de papel Kraft, cajas de madera o una tela), evitando así su exposición directa y continua al medio ambiente. De esta manera, el pan no produce moho o se reseca (se protege del aire pero respira), por lo cual, se conserva mejor y por más tiempo. Por ello, esta es la mejor forma de conservar el pan de un día para otro.
- Esperar hasta que el pan se enfríe. Ya sea que prepares el pan en casa o lo compres, siempre que el pan esté caliente, déjalo enfriar. Puedes colocar la pieza de pan sobre una rejilla, preferiblemente, hasta que se enfríe y luego lo introduces inmediatamente en la bolsa (si se trata de una bolsa de papel) o lo guardas en alguna envoltura o recipiente adecuado.
- Evitar cortar rebanadas de pan extras. Lo ideal es conservar la barra de pan completa y solo cortar lo necesario, ya que la corteza del pan cumple la función de proteger la miga, conservando por más tiempo su frescura y suavidad. Así que, cuando guardes pan, coloca la parte cortada (donde muestra la miga) hacia abajo, así minimizas su contacto con el aire.
- Congelar el pan. ¿Por qué refrigerado no y congelado sí? Porque la retrogradación del almidón, ocurre en temperaturas por debajo de 8 ºC, no en inferiores de -8 ºC. Sin embargo, al congelar el pan no olvides envolverlo en una bolsa de plástico, papel film o papel de aluminio (no debes congelarlo directamente).
- Hornear o tostar el pan. Si por cualquier circunstancia no puedes aplicar cualquiera de las anteriores opciones para mantener el pan fresco o por alguna razón no te funcionan, siempre te queda la opción de calentar el pan o utilizarlo como un ingrediente (rallado, picado o en rodajas) para alguna receta.
Dónde guardar el pan
Si quieres conservar el pan fresco durante más tiempo, resulta imprescindible mantenerlo en un lugar adecuado. El peor lugar para el pan es el refrigerador, sin excepción (incluyendo el pan de molde), pues acelera demasiado su envejecimiento (dos días en la nevera equivalen a cuatro en la panera).
La condiciones ideales para conservar el pan son las siguientes: un lugar limpio, fresco y seco; evitar la exposición directa a la luz solar; protegerlo de la exposición prolongada y directa al aire (debe circular aire pero de manera controlada). Recuerda que estas condiciones aplican a cualquier envoltura o recipiente que elijas para el pan.
Dicho esto, ¿qué te parece si revisamos las mejores formas de conservar el pan? A continuación, te mostramos dónde guardarlo:
En una bolsa de tela
Este empaque clásico para almacenar pan resulta muy eficiente por dos razones importantes:
- Evita el contacto directo del pan con el aire. Así, ni se reseca ni endurece (se retrasa el envejecimiento).
- Permite que el pan respire. Gracias a esto, no se ablanda o desarrolla moho (a diferencia de las bolsas de plástico que son herméticas).
Si quieres potenciar la efectividad de este método, agrega un pedazo de patata o una rama de apio dentro de la bolsa (esta recomendación también aplica para las bolsas de papel Kraft y telas). Sin duda, la bolsa de tela es una de las paneras para conservar el pan más eficaces y recomendadas.
En una bolsa de palpel kraft
Las bolsas de papel representan otro recurso emblemático si queremos proteger el pan del medio ambiente, igual que las bolsas de tela. Este tipo de envoltura es ideal, ya que el papel permite la liberación de la humedad, de manera que el pan respira y evita la formación de hongos y, en consecuencia, se conserva fresco y crujiente.
En una toalla o tela
Cumple la misma función que la bolsa de tela o bolsa de papel kraft, por lo que es una alternativa ideal si no dispones de ninguno de los dos recipientes anteriores. Simplemente debes envolver el pan, guardarlo en un lugar adecuado y listo. Los materiales ideales son algodón o lino, lavados siempre con algún detergente neutro que no deje un olor muy fuerte o penetrante, puesto que la fragancia puede impregnarse en el pan (este consejo igualmente es válido para la bolsa de tela).
En una panera
Este tipo de recipiente funciona igual que todos los anteriores: reduciendo la perdida de la humedad y manteniendo la corteza algo crujiente. Existen paneras de diferentes diseños, donde el material (madera, metal esmaltado, hojalata, acero inoxidable o plástico) influye en la funcionalidad de la misma. Por ejemplo, las paneras de interior de metal conservan el nivel de humedad adecuado, sin embargo, en lugares calientes podrían favorecen a la creación de moho. Por otro lado, las paneras de plástico se convierten en la última opción porque el plástico no deja respirar el pan.
En una caja de madera
La madera se considera un material ideal para crear envases que conserven pan, pues en la práctica funciona muy bien porque permite que el pan respire y lo protege del ambiente. Sin embargo, como todo, tiene un punto en contra. Si no cuidas bien un cajón hecho con madera, puede atrapar mucha humedad en su interior, lo cual puede perjudicar la conservación del pan, ya que este adquiere el sabor de la madera o produce moho.
Cómo congelar pan
Aunque no lo creas, congelar el pan puede resultar una interesante opción si no quieres deperdiciar comida o no te sobra el tiempo para salir de compras. Además, invertirás muy poco tiempo en este procedimiento y los pasos son sencillísimos, aquí puedes comprobarlo:
- Elige un pan de buena calidad. Si quieres un resultado óptimo al congelar el pan, prefiere uno de buena calidad. Un pan bueno, durante su elaboración, pasa por un largo período de fermentación, hecho que lo hace más saludable (baja su índice glucémico), digerible y prolonga su frescura. Este tipo de pan se beneficia con la congelación porque no solo alarga más su vida, sino que además potencia estos beneficios. Por ello, además de saber cómo conservar el pan en casa, te animamos a preparar tu propio pan siguiendo estas recetas: "Cómo hacer pan casero".
- Córtalo en rebanadas. Este paso es opcional en el caso de las barras de pan y altamente recomendable en los panes de molde o redondos. ¿Cuál es la ventaja de congelar rebanadas y no la pieza entera? 1. No necesitas descongelar la pieza completa, solo lo que quieres consumir. 2. El pan se descongela más rápido porque es una rebanada. Además, incluso puedes directamente tostar el pan sin descongelar.
Ahora sí, vamos a ver cómo congelar el pan:
- Envuelve la pieza en toallas de papel y luego en papel de alumnio. Así el pan se aísla de los olores de la nevera y la humedad, además no se quema con el frío. Asegúrate de que el papel de aluminio quede muy bien cerrado al envolver el pan. Este procedimiento sirve tanto para las barras de pan como para el pan de molde (en este caso debes envolver cada rebanada).
- Introdúcelo en una bolsa de plástico que quede herméticamente cerrada. Este paso refuerza el anterior y te asegura que el pan se mantendrá completamente aislado del exterior.
- Etiqueta la bolsa. Es importante especificar el tipo de pan y la fecha en la que lo congelaste, así sabrás el día tope para consumirlo.
- Utiliza el pan en el transcurso de uno mes o 15 días. Aunque algunos aseguran que el pan congelado puede durar hasta tres meses, lo común es un mes o menos (dependiendo del tipo de pan).
Cuánto dura el pan congelado
El único inconveniente de este método es que las piezas más pequeñas deben durar menos tiempo congeladas, 15 días como máximo, pues pierden calidad. En cambio, una rebanada de pan grande y con corteza gruesa puede durar hasta un mes en el congelador.
A modo de resumen, la duración del pan congelado por tipos es la siguiente:
- Pan de payés, panecillos, barras y otros semejantes: 15 días.
- Pan de molde: 1 mes.
Cómo descongelar pan
Descongelar pan sin horno es muy sencillo, ya que simplemente debes retirar el pan congelado del congelador y permitir que se descongele a temperatura ambiente. Así pues, deja que el pan se descongele al natural y luego caliéntalo (tostado, horneado, etc.). En el caso del pan de molde y del pan de payés, puedes tostar las rebanadas incluso congeladas.
Una vez descongelado el pan, consúmelo inmediatamente. Recuerda que cualquier alimento después de descongelado sufre la aceleración de su envejecimieto y, en consecuencia, la pérdida de sus cualidades organolépticas (sabor, textura, olor, etc.). Así que, apenas lo calientes, debes comerlo, pues en poco tiempo estará insípido y más duro que antes.
¿Se puede descongelar pan al microondas?
Sí, ¡se puede! Simplemente debes retirar el pan del envoltorio, introducirlo en el microondas, activar la función de descongelar y dejarlo durante unos segundos. Dependiendo del tamaño de la pieza, necesitarás más o menos tiempo, pero lo cierto es que descongelar pan al microondas es un proceso muy rápido. Una vez descongelado, recomendamos tostarlo.
Cómo descongelar pan al horno
Cómo hemos comentado, para descongelar pan al horno simplemente se debe introducir la pieza en este electrodoméstico y calentarla a 180 ºC hasta que esté tostada a tu gusto. El tiempo dependerá de si quieres que quede más o menos tostado, pero te recomendamos estar pendiente para evitar que se queme.
Errores al conservar el pan
Porque de nuestros errores siempre aprendemos, incluso más que con nuestros aciertos, resulta muy útil saber cuáles son los errores más comunes al conservar pan:
- Seleccionar un pan de mala calidad. La consecuencia de una elección inadecuada proporciona un pan que se enmohedece o endurece rápido. ¿Cuál es la diferencia entre uno de buena calidad y otro de mala calidad? Un pan bueno posee alta fermentación y se prepara a partir de masa madre. En este sentido, los panes industriales no son los más recomendables para congelar. Físicamente, también puedes detectar un pan de calidad observando dos características: corteza marrón oscura y miga alveolada. En cambio, los no tan buenos son panes amarillos o color paja.
- No verificar el tipo de harina que se usó para preparar el pan. Algunas harinas contienen más humedad que otras, por lo tanto, sus productos derivados se conservan por menos tiempo. Así que, en base a esta información, puedes tener una idea de cuánto puede durar el pan fresco. Algunas de las harinas con más porcentaje de humedad son realizadas a base de legumbres.
- Meterlo en la nevera. Por lo que comentamos anteriormente sobre la retrogradación del almidón, lo recomendable es no conservar el pan en la nevera.
- Colocarlo en una bolsa de plástico. Este tipo de bolsa no permite que el pan respire, así la humedad del mismo se condensa y produce hongos.
- Congelarlo inadecuadamente. Si no atiendes a las recomendaciones para congelar pan, probablemente este durará menos de lo planeado o perderá sus propiedades.
- Descongelarlo incorrectamente. No descongelar pan correctamente ccasiona la pérdida de sus características organolépticas (olor, sabor, etc.).
- No utilizar el pan del día anterior. Si compras más pan del necesario, se acumulará y terminará poniéndose duro. Calcula cuánto consumen en tu casa por día y compra en base a eso. Así, si sobra algo, podrás degustarlo al día siguiente, durante el desayuno, aún en buen estado.
- Dejar el pan expuesto al ambiente. Si lo dejas expuesto, se acelera su envejecimiento (se pone duro y reseco antes de tiempo).
- Comprar pan pequeño. Muchos profesionales de la panadería comparten la opinión de que una barra o panecillo se secan con más rapidez que una hogaza, ya que tienen menos hidratación y pierden más humedad (porque son más estrechos).
- Desaprovechar el pan. Este alimento siempre se puede recuperar (a menos que adquiera humedad), así que ni se te ocurra tirarlo. El pan duro puede recuperarse tostándose o empleándolo en alguna receta de aprovechamiento, como el popular budín de pan o las migas extremeñas.
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