Diferencias entre banana y plátano

Ciertamente, a simple vista, ambas frutas parecen casi idénticas. Esto es porque pertenecen a la misma familia (las musáceas). No obstante, si investigas con detalle sus cualidades, notarás varias diferencias importantes de tipo nutricional, organolépticas y taxonómicas. Aunque estos detalles parezcan pequeños, igualmente cuentan, así que para que saques tus propias conclusiones, aquí te dejamos las semejanzas y diferencias más importantes entre el plátano y la banana:

• Los dos poseen la misma forma, pero diferente tamaño. Aunque ambas frutas poseen la misma forma alargada, difieren en el tamaño. El plátano es más grande y grueso, en tanto el cambur es más pequeño y delgado.
• El color es ligeramente diferente. Es importante mencionar que, tanto el plátano como la banana, pasan del verde al amarillo y, finalmente, al negro, durante su proceso de maduración. Por razones de distribución y consumo, lo más común es encontrar el plátano verde, mientras que el banano suele verse amarillo. La verdadera diferencia entre sus colores puedes verla cuando ambos están un poco maduros: la banana es amarillo brillante, mientras que el plátano posee un tono de amarillo ocre.
• Ambos cambian sus características organolépticas a medida que maduran, así como también transforman sus componentes y usos. De esta forma, ambas frutas cambian sus usos en la cocina, sus características sensoriales y sus beneficios para la salud. Por ejemplo, si presentas un cuadro diarreico, seguro te sentirás mejor con una sopa de plátano verde. Por el contrario, si te sientes estreñido, un plátano maduro estimulará tú tránsito intestinal.
• Poseen diferentes sabores y textura. Mientras la banana posee un sabor más dulzón y una textura suave; el plátano presenta un sabor menos dulce y una textura algo harinosa (en su etapa de maduración temprana). Esta diferencia se debe a que el plátano posee más almidón y la banana más azúcar.
• El aroma también se siente ligeramente diferente. Si acercas la nariz a un racimo de banano, su aroma intenso y dulce te envolverá. Sin embargo, si haces lo mismo con los plátanos, percibirás un olor muy poco aromático y quizás terroso.
• Aportes nutricionales muy parecidos, pero no iguales. El plátano contiene hidratos de carbono, compuestos principalmente por almidones, así como también aporta mayor cantidad de proteínas, fibra, potasio y sodio. Por su parte, la banana posee hidratos de carbono compuestos mayormente por azúcares, le gana en calorías al plátano, contiene mayor cantidad de microminerales (hierro, cobre, zinc, manganeso y otros) y mayor cantidad de vitamina C.
• La cáscara del plátano y el banano son diferentes. El banano posee una concha suave que puedes pelar fácilmente con las manos. En cambio, el plátano cuenta con una concha más gruesa, firme y algo difícil de retirar.
• Aplicaciones culinarias diferentes. Un banano generalmente se sirve en postres (helado, en tortas, muffins, etc) o se come solo y crudo. Por su parte, el plátano se utiliza más para comidas saladas y, en algunas ocasiones, para postres, pero nunca se consume crudo (te puede indigestar). El plátano es versátil en la cocina, sirve en: sopas (verde), tajadas para acompañar platillos salados (maduro), al vapor (verde o maduro), tostones (verde), patacones (verde y pintón), tortas (maduros), dulces, etc.

La banana es una de las frutas más populares y reconocibles, tanto por los beneficios que aporta al organismo como por su sabor dulce y delicioso. Razones no faltan, pues “la fruta de la alegría” está llena de atributos que benefician a quienes la consumen, seguro que ya conoces más de uno:

• Combate el estreñimiento y frena la diarrea. Un banano maduro favorece al tránsito intestinal (gracias a su contenido en azúcares), mientras uno verde (hervido o al vapor) controla un cuadro diarreico.
• Reduce la tensión arterial. Esto sucede gracias al potasio contenido en el banano, el cual proporciona aproximadamente el 15 % del requerimiento por día de un adulto.
• Aporta vitaminas del grupo B. Este complejo vitamínico proporciona energía al organismo, protege el sistema inmunitario y el sistema nervioso.
• Disminuye la acidez de la sangre. El banano frena la acidosis e incrementa las reservas alcalinas del cuerpo.
• Suaviza el ardor estomacal. Un plátano bien maduro, ingerido antes de comer, neutraliza el exceso de acidez gástrica, protegiendo así al estómago. También disminuye el dolor estomacal.
• Evita la anemia o la fatiga. Los deportistas y las personas que llevan un estilo de vida fitness consumen un plátano antes, durante y después de entrenar. De esta forna, aumentan su resistencia y facilitan la recuperación del músculo.

Ahora bien, todos estos beneficios vienen respaldados por el importante valor nutricional de la banana, pues cada 100 g de esta fruta contienen:

• Valor energético: 110,15 Kcal
• Fibra: 2,3%
• Calcio: 12,5 mg
• Magnesio: 41,5 mg
• Hierro: 0,9 mg
• Cobre: 0,3 mg
• Zinc: 0,2 mg
• Manganeso: 0,1 mg
• Vitamina C: 18,5 mg
• Proteínas: 0,3 mg
• Potasio: 434 mg
• Fósforo: 59,1 mg
• Hidratos de carbono: 26,2%

Más allá de las bananas, existe también una especie llamada plátano canario, muy famoso en España y producido en las islas Canarias. No hay que confundirlo con los plátanos machos, pues los plátanos canarios son dulces, pequeños y pueden comerse crudos, tal como sucede con las bananas.

Además de comerlos solos, las bananas y los plátanos canarios pueden ser utilizados en un sinfín de recetas saludables y en postres deliciosos, aquí te dejamos algunas recetas con bananas para que disfrutes de todas sus propiedades, ahora que ya las conoces:

• Queque de banano
• Helado de banana casero
• Muffins de banana y avena
• Panquecas de avena y banana

Comparado con el banano, quizás las propiedades del plátano son menos conocidas y famosas. Sin embargo, en algunos aspectos resultan muy similares, aunque te aseguro que el plátano trae, debajo de la manga, propiedades que pueden sorprenderte y que su familiar no posee o posee en menor escala.

• Es un alimento prebiótico. Genera almidón retrogradado, el cual pasa intacto por el tracto digestivo y llega a la flora intestinal para servir de alimento a los microbios.
• Previene la hipertensión. El plátano macho aporta más potasio que las bananas. Por este motivo, equilibra el exceso de sodio en la dieta.
• Favorece a los deportistas y gente que entrena. Al aportar abundante potasio y magnesio, evita calambres y recupera los electrolitos.
• Controla la diabetes. Un plátano verde, al vapor o hervido, produce almidón retrogradado, el cual pasa intacto por el tracto digestivo y no produce subidas de glucosa en la sangre.
• Combate la gastritis. Alivia la sensación de acidez, al igual que la sensación de ardor estomacal. También evita gases e indigestión.
• Favorece en procesos de cicatrización. Mejora notablemente heridas tanto internas (mucosa gástrica), como externas (heridas o quemaduras) en el cuerpo. Para heridas internas se consume en polvo (muy común en la India), y para externas se aplica el polvo o la pulpa de la fruta. En casos de picaduras de mosquito, se utiliza la parte interna de la cáscara y se frota sobre la lesión.

¿De dónde salen tantas cualidades? Este es el valor nutricional del plátano por cada 100 g de la fruta:

• Valor energético: 96,4 Kcal
• Fibra: 2,5%
• Calcio: 7,8 mg
• Magnesio: 38,5 mg
• Hierro: 0,3 mg
• Cobre: 0,1 mg
• Zinc: 0,2 mg
• Manganeso: 0,1 mg
• Vitamina: C 17,5 mg
• Proteínas: 1,7 mg
• Potasio: 490 mg
• Fósforo: 59,1 mg
• Hidratos de carbono: 22,5%

El plátano forma una parte fundamental de la gastronomía latinoamericana, como puede evidenciarse en los Platos más típicos de Colombia y los Platos más típicos de Venezuela. Si quieres conocer más recetas con plátanos machos, no puedes perderte estas:

• Tostones venezolanos
• Aborrajados colombianos
• Patacones de plátano verde

Antes de anunciar un empate rotundo entre ambas frutas, argumentaremos la razón de esta decisión. Si el banano y el plátano son tan similares, especialmente en lo que se refiere a nutrientes, resulta lógico que aporten casi los mismos beneficios. Por lo tanto, ambas frutas son igualmente saludables (sus usos y propiedades en el cuerpo son muy parecidos).

No obstante, existen detalles importantes a considerar acerca de la composición de ambas frutas que quizás se relacionen más con las necesidades individuales de cada organismo. Por ejemplo, el plátano posee más almidón y el banano contiene más azúcar. Para un diabético será más saludable un plátano verde (hervido) que un banano muy maduro. Entonces, ¿cuál sería más sano para ti?

¿Qué engorda más: el plátano o la banana?

Si nos guiáramos por la cantidad de calorías y el contenido nutricional, podríamos concluir que las bananas engordan más que los plátanos y que, además, contienen más azúcares que los últimos. Sin embargo, es importante destacar que el contenido calórico no es especialmente alto, así que ninguna de estas dos frutas se consideran perjudiciales para personas que buscan perder peso. Al contrario, ambas son frutas altamente nutritivas que nos pueden ayudar a adelgazar.

Eso sí, serán más o menos saludables dependiendo de cómo las preparemos. Un plátano frito siempre traerá más calorías y grasas que uno hervido. De la misma forma, los dulces hechos con banana contendrán aún más azúcares que la banana pura y cruda.

Si quieres conocer más acerca de este tema, te invitamos a visitar nuestro artículo ¿El plátano engorda o adelgaza? ¡Respondemos todas tus dudas!

Consejo: Todas las frutas son saludables, ninguna resulta mejor que otra, pero sirven para diferentes cosas.

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