Licuado de manzana y avena para bajar de peso

Comienza por hidratar las semillas de chía. Simplemente coloca una cucharada de semillas en media taza de agua y mezcla con una cuchara hasta que estén bien humedecidas. Deja reposar durante unos 30 minutos para que la fibra absorba el agua y libere sus valiosas grasas omega 3. Una vez hidratadas, colócalas en el vaso de la licuadora.

Corta la manzana verde en trozos para facilitar el batido de avena y manzana.

Agrega al vaso de la licuadora los demás ingredientes: los trozos de manzana, la leche de almendras, la avena precocida y, si lo deseas bien frío, unos cubos de hielo.

Licúa todo hasta obtener una mezcla cremosa y sin grumos. En este punto, puedes ajustar la cantidad de leche de almendras si prefieres una textura más líquida. Si te gusta un sabor más dulce, añade un edulcorante que sea amigable con la glucosa en sangre, como la stevia o el fruto del monje; ninguno de estos generará un pico glucémico, lo cual es ideal en un plan de pérdida de peso.

Finalmente, añade el jugo de un limón recién exprimido y licúa unos segundos más para aprovechar al máximo su vitamina C.

Sirve de inmediato la avena con manzana para bajar de peso en un vaso y, si gustas, decora con unas rodajas de manzana verde para darle un toque dulce y fresco. ¿Qué te parecen los licuados para bajar de peso? Cuéntanos en los comentarios tu opinión y comparte con nosotros una fotografía del resultado final.

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Beneficios y para qué sirve el licuado de manzana y avena para bajar de peso

Este jugo reúne ingredientes funcionales que aportan beneficios clave para acompañar un plan de pérdida de peso desde un enfoque integral, conoce los 5 beneficios que aporta:

1. Avena: mejora el metabolismo de las grasas

• Rica en fibra soluble, especialmente betaglucanos, que ayudan a reducir el colesterol LDL.

• Favorece el uso eficiente de las reservas de grasa corporal, especialmente cuando se combina con una dieta balanceada y ejercicio regular.

2. Semillas de chía: saciedad y efecto antiinflamatorio

• Al hidratarse, forman un gel rico en fibra que genera saciedad y regula la digestión.

• Aportan omega 3 vegetal, con propiedades antiinflamatorias clave para combatir la inflamación crónica, que puede dificultar la pérdida de peso.

3. Regulación de la glucosa en sangre

• La combinación de fibra (avena y chía) y grasas saludables (leche de almendras) ayuda a ralentizar la absorción de azúcares.

• Esto contribuye a evitar picos de insulina, una hormona que en exceso promueve el almacenamiento de grasa corporal.

4. Manzana verde: baja en calorías y buena para el intestino

• Aporta pectina, una fibra fermentable que promueve una microbiota intestinal saludable.

• Su bajo contenido calórico la convierte en una fruta ideal para incluir en planes de adelgazamiento.

5. Leche de almendras sin azúcar: liviana y digestiva

• Alternativa vegetal, libre de lactosa, ideal para personas con intolerancias o quienes buscan una bebida más ligera.

• Aporta textura y grasas saludables, sin azúcares añadidos ni calorías excesivas.

Valor nutricional

(por comensal)

• Calorías: 245 kcal
• Proteínas: 6 g
• Grasas: 9 g
• Carbohidratos: 38 g
• Fibra: 11 g