Receta de Grelos con patatas

Si encuentras grelos frescos, lava y quita los tallos gruesos y duros. Cuécelos en una cazuela con tapa a fuego lento. No añadas agua para que no se escapen los nutrientes de los grelos. Si solo encuentras grelos en conserva, no pasa nada, escúrrelos bien y ahórrate este paso.

Lava las patatas y hazles un corte alrededor de la piel con un cuchillo. Así facilitarás el desprendimiento de la cáscara. Ponlas a hervir durante 30 minutos y comprueba que ya están hechas pinchándolas con un palito. Cuando estén listas, enfríalas en agua, pélalas y córtalas en rodajas anchas.

Truco: Es buena idea hacer las patatas con su piel para que no absorban más agua y pierdan consistencia.

En un procesador de alimentos, tritura un diente de ajo con un vaso pequeño de aceite de oliva. Tritura hasta que quede completamente fusionado y sin trozos. Añade sal para no tener la necesidad de aliñar el resto de la preparación.

Sirve tus grelos con patatas en un plato. Espolvorea un poquito de pimentón de la vera o dulce. Revuelve y entremezcla. No dudes en acompañarlo con una rica receta de bonito a la plancha o una milanesa de pollo a la plancha.

Truco: Si gustas, puedes agregar un poquito de vinagre para darle un toque ácido.

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Los grelos son los coprotagonistas de esta receta de grelos con patatas. Por ello, es bueno que sepas de antemano que tienen un cierto regustillo amargo que los distingue de otras hortalizas.

Si no te gusta este punto amargo, existe una forma de deshacernos de él. Para lograrlo, solo necesitas escaldar los grelos en agua hirviendo durante 2 minutos. De esta forma, estarán listos para servir de forma normal como cualquier otro tipo de hojas. Hay personas que prefieren el saborcito amargo de los grelos, así que no tengas miedo de probarlos así para decidir cómo te gustan más.

Al buscar grelos para preparar esta receta, ten cuidado de no confundirlos con las nabizas. A pesar de que vienen de la misma especie que nos da los nabos, las nabizas y los grelos son diferentes. Las nabizas se cosechan antes de la fase de floración de la planta, durante los meses de octubre y noviembre, mientras que los grelos se recolectan a principios de año antes de que floree.

Si te sobran grelos, no dudes en aprovecharlos para hacer recetas como un revuelto de grelos con queso de tetilla o una tortilla de grelos con patatas y chorizo.