La producción de las patas y paletillas (patas delanteras) del cerdo blanco está controlada para que el alimento pueda denominarse jamón serrano. El animal vive en régimen de explotación intensiva, con una alimentación basada en piensos cereales. La curación del jamón, que nunca baja de siete meses y puede llegar a los dieciséis, se realiza en secaderos dotados de alta tecnología, que reproducen características climatológicas del curado natural. También existe la pata cocida que es muy sabrosa y se suele condimentar con un poco de pimentón.
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